Último día del año.
Nuevo año, ¿nueva vida?
Para nada.
Los viejos tesoros
que hacen el día a día valer quedan.
Realmente no significa mucho
cambiar el calendario.
El verdadero cambio inicia en nosotros.
Quien se proponga metas,
y persevera, las alcanzará.
Quien se da por vencido,
nunca verá los resultados que podría haber obtenido.
Quien no logra diferencias
entre pasado y presente,
tropezará mil veces sin sentido alguno.
Quien no es capaz de demostrar sus sentimientos,
se arrepentirá en día
que no pueda ver a su alrededor.
Vive cada día, como el último,
así como tanto lo repiten.
Y haz dar el valor que cada persona
a tu lado se merece.
Queda sólo brindar.
Feliz 2012.
sábado, 31 de diciembre de 2011
jueves, 15 de diciembre de 2011
Capítulo XII
-Wow- era la única palabra que salía de nuestras bocas mientras mirábamos el edificio de la Ópera. Permanecimos parados allí afuera, boquiabiertos. Creo que fue Pierre el primero en entrar.
-¿Así que éste va a ser el lugar en donde tocaremos?- dijo Jeff sorprendido, como todos nosotros.
-Así es- un hombre de mediana edad ingresó detrás de nosotros. Aún no sabíamos quien era. -Soy Jean Rouvier, el organizador de este evento. Bienvenidos a este maravillosos lugar. -señaló abriendo los brazos.
Pasamos toda la mañana probando sonido y escuchando a otras bandas hacerlo. Estábamos algo maravillados. No sólo por el lugar sino también por todas las bandas que estuvimos conociendo.
Bordelius llegó unas horas después y se puso a un costado. Se mantuvo por un par de horas en la misma posición, escuchando todo a su alrededor y casi analizándolo. Me dio curiosidad.
Después de caída la noche terminamos con todos los preparativos y nos dispusimos a volver al hotel. Bordelius nos siguió a una distancia considerable. Estaba más alejado que de costumbre.
Se lo comenté al resto. A todos nos parecía así. Jeff opinó que lo dejáramos y no nos hiciéramos problema. Yo, por mi parte, insistí en que hiciéramos algo al respecto. Así fue que en medio de un parque de Toronto comenzaron los primeros acordes de Jump. Bordelius sugirió que abriéramos con ella nuestra presentación, lo que nos pareció una buena idea.
A medida que las horas pasaban, íbamos entrando en el clima de Toronto. Así fue que llegamos al Rock Am Ring totalmente cargados. La fiesta había comenzado para nosotros y la cantidad de espectadores aún nos parecía sorprendente. Así fue que llevamos a cabo lo que el viejo nos había dicho, que de alguna manera había conseguido un pase, por lo que estuvo detrás de bambalinas la mayoría del tiempo, poniendo el ojo en todo lo que lo rodeaba.
Muy nerviosos, comenzamos a tocar con una sensación de sueño cumplido. En medio de aquello, ubiqué mi memoria en el rostro de Bordelius. Le guiñé un ojo y por primera vez vi alegría en su rostro.
Fue la mejor noche de nuestras vidas. Miles de personas disfrutaron de nuestra música tanto como nosotros.
Luego de todo aquello, fuimos a una after-party en la casa de uno de los organizadores. Allí se encontraban las demás bandas que habían tocado... Pero no se hallaba el rostro de Bordelius, lo que ya parecía raro.
Pierre aprovechó la fiesta para charlar con Scarlett, una chica de la banda Start, del norte de Canadá. Scarlett tenía un cierto aire de chica fuera de la realidad que encantaba desde el principio.
Así es que en la fiesta fuimos perdiéndonos de vista unos a otros.
-¿Así que éste va a ser el lugar en donde tocaremos?- dijo Jeff sorprendido, como todos nosotros.
-Así es- un hombre de mediana edad ingresó detrás de nosotros. Aún no sabíamos quien era. -Soy Jean Rouvier, el organizador de este evento. Bienvenidos a este maravillosos lugar. -señaló abriendo los brazos.
Pasamos toda la mañana probando sonido y escuchando a otras bandas hacerlo. Estábamos algo maravillados. No sólo por el lugar sino también por todas las bandas que estuvimos conociendo.
Bordelius llegó unas horas después y se puso a un costado. Se mantuvo por un par de horas en la misma posición, escuchando todo a su alrededor y casi analizándolo. Me dio curiosidad.
Después de caída la noche terminamos con todos los preparativos y nos dispusimos a volver al hotel. Bordelius nos siguió a una distancia considerable. Estaba más alejado que de costumbre.
Se lo comenté al resto. A todos nos parecía así. Jeff opinó que lo dejáramos y no nos hiciéramos problema. Yo, por mi parte, insistí en que hiciéramos algo al respecto. Así fue que en medio de un parque de Toronto comenzaron los primeros acordes de Jump. Bordelius sugirió que abriéramos con ella nuestra presentación, lo que nos pareció una buena idea.
A medida que las horas pasaban, íbamos entrando en el clima de Toronto. Así fue que llegamos al Rock Am Ring totalmente cargados. La fiesta había comenzado para nosotros y la cantidad de espectadores aún nos parecía sorprendente. Así fue que llevamos a cabo lo que el viejo nos había dicho, que de alguna manera había conseguido un pase, por lo que estuvo detrás de bambalinas la mayoría del tiempo, poniendo el ojo en todo lo que lo rodeaba.
Muy nerviosos, comenzamos a tocar con una sensación de sueño cumplido. En medio de aquello, ubiqué mi memoria en el rostro de Bordelius. Le guiñé un ojo y por primera vez vi alegría en su rostro.
Fue la mejor noche de nuestras vidas. Miles de personas disfrutaron de nuestra música tanto como nosotros.
Luego de todo aquello, fuimos a una after-party en la casa de uno de los organizadores. Allí se encontraban las demás bandas que habían tocado... Pero no se hallaba el rostro de Bordelius, lo que ya parecía raro.
Pierre aprovechó la fiesta para charlar con Scarlett, una chica de la banda Start, del norte de Canadá. Scarlett tenía un cierto aire de chica fuera de la realidad que encantaba desde el principio.
Así es que en la fiesta fuimos perdiéndonos de vista unos a otros.
Micaela Grinóvero & Kevin Jones
miércoles, 14 de diciembre de 2011
Vulnerable
Una pequeña patada
al corazón,
que, odio, no hace efecto.
¿Por qué?
Ni siquiera lo sé.
Odio eso y a la vez,
es tan raro que nunca
antes pasó.
No lo viste, porque ya pasó.
Vino y se fue,
de repente.
Es mucho mejor así,
pero me vuelve vulnerable.
Tanto,
que es lo que quiero.
al corazón,
que, odio, no hace efecto.
¿Por qué?
Ni siquiera lo sé.
Odio eso y a la vez,
es tan raro que nunca
antes pasó.
No lo viste, porque ya pasó.
Vino y se fue,
de repente.
Es mucho mejor así,
pero me vuelve vulnerable.
Tanto,
que es lo que quiero.
lunes, 12 de diciembre de 2011
Pensé en escribirte, pero en lugar de aquello salió ésto...
Sí, pensé en escribirte,
pero en lugar de aquello salió ésto.
Sí, pensé que era ridículo y tonto
y tantas veces inútil,
pero salió algo poco poético y raro.
Sí debería entregártelo
con algún que otro garabato
de sitios inóspitos,
pero no, preferí conservarlo para mí.
Sí, tal vez algún día lo leas
y lo creas ridículo, tonto e inútil,
pero la verdad es que los sentimientos
son sólo eso:
ridículas formas de expresar
lo tontamente felices que nos vemos
e inútiles que las personas pueden ser
al no demostrarlos.
pero en lugar de aquello salió ésto.
Sí, pensé que era ridículo y tonto
y tantas veces inútil,
pero salió algo poco poético y raro.
Sí debería entregártelo
con algún que otro garabato
de sitios inóspitos,
pero no, preferí conservarlo para mí.
Sí, tal vez algún día lo leas
y lo creas ridículo, tonto e inútil,
pero la verdad es que los sentimientos
son sólo eso:
ridículas formas de expresar
lo tontamente felices que nos vemos
e inútiles que las personas pueden ser
al no demostrarlos.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Capítulo XI
Eran las 6:30 de la mañana y debíamos abordar el primer avión hacia Toronto, lo que nos hizo sentir bastante nerviosos. En otro compartimento, los empleados de la aerolínea colocaron nuestros instrumentos para nuestra comodidad.
En un principio, yo me iba a sentar con David. Pero en cuanto parpadee, este ya se había sentado con la primer simpática chica que se le cruzó. De manera que no me quedó otra que sentarme con Bordelius, quien ni se mosqueó por mi presencia.
El viaje transcurrió en silencio entre nosotros, puesto que yo ni siquiera trataba de introducir ninguna conversación. En cuanto menos lo esperé, casi dormido escuché que la azafata anunciaba por el parlante, a todos los pasajeros, que debíamos ajustarnos los cinturones para aterrizar con seguridad.
Mientras veía la figura de aquel viejo entre dormido, preparándose para el descenso, me preguntaba: ¿No está perdiendo el tiempo acaso? Sin embargo, allí estaba viajando a Toronto con nosotros. Algo nos unía.
Inmediatamente, aparté aquellas dudas y comenzamos a descender junto con otra gran cantidad de gente. En cuanto nos encontramos en tierra, Pierre exclamo:
-¡Chicos, acá estamos! ¡Toronto, preparate para Simple Plan! - Todos reímos.
Todo pasó muy rápido. Luego de dar unas pocas vueltas por la ciudad, sin alejarnos mucho del hotel, volvimos. Era tarde y todos estábamos algo cansados por el viaje.
Y así me encontré en el hotel, despierto mientras Jeff y David dormían, pensando. La música era mi alivio en momentos en que lo necesitaba, justo como aquel. Tomé mi teclado y me aproximé a un lugar en donde los demás no pudieran escucharme. Algunas notas comenzaron a hacerse presentes en mi mente. Las anoté rápidamente en un cuaderno, el cual guardé muy bien en uno de mis bolsos.
De repente, lo tenía a Jeff con la mano sobre mi espalda.
-¿Qué te pasa hermano?
-Nada, solo estoy algo melancólico. Pienso en mi vida y...
-Y la música. - dijo sacándome las palabras de la boca.
-¿Cómo lo sabes? - pregunté con sorpresa.
-Ja..Los chicos a los que enseño guitarra allá, sienten lo mismo hermano. Me lo dicen siempre. La música es especial.
Y en realidad la música es algo más que especial, pensé. No se ve, se siente. No todos saben lo que es tocar un instrumento o cantar y sentir la extraña sensación de percibir que naciste para ello. Además, el talento no es nada si sólo hace música por el dinero.
Eso y mucho más. ¡Sé me ocurrió la letra para mis notas sueltas!
Ahora, a anotarla.
En un principio, yo me iba a sentar con David. Pero en cuanto parpadee, este ya se había sentado con la primer simpática chica que se le cruzó. De manera que no me quedó otra que sentarme con Bordelius, quien ni se mosqueó por mi presencia.
El viaje transcurrió en silencio entre nosotros, puesto que yo ni siquiera trataba de introducir ninguna conversación. En cuanto menos lo esperé, casi dormido escuché que la azafata anunciaba por el parlante, a todos los pasajeros, que debíamos ajustarnos los cinturones para aterrizar con seguridad.
Mientras veía la figura de aquel viejo entre dormido, preparándose para el descenso, me preguntaba: ¿No está perdiendo el tiempo acaso? Sin embargo, allí estaba viajando a Toronto con nosotros. Algo nos unía.
Inmediatamente, aparté aquellas dudas y comenzamos a descender junto con otra gran cantidad de gente. En cuanto nos encontramos en tierra, Pierre exclamo:
-¡Chicos, acá estamos! ¡Toronto, preparate para Simple Plan! - Todos reímos.
Todo pasó muy rápido. Luego de dar unas pocas vueltas por la ciudad, sin alejarnos mucho del hotel, volvimos. Era tarde y todos estábamos algo cansados por el viaje.
Y así me encontré en el hotel, despierto mientras Jeff y David dormían, pensando. La música era mi alivio en momentos en que lo necesitaba, justo como aquel. Tomé mi teclado y me aproximé a un lugar en donde los demás no pudieran escucharme. Algunas notas comenzaron a hacerse presentes en mi mente. Las anoté rápidamente en un cuaderno, el cual guardé muy bien en uno de mis bolsos.
De repente, lo tenía a Jeff con la mano sobre mi espalda.
-¿Qué te pasa hermano?
-Nada, solo estoy algo melancólico. Pienso en mi vida y...
-Y la música. - dijo sacándome las palabras de la boca.
-¿Cómo lo sabes? - pregunté con sorpresa.
-Ja..Los chicos a los que enseño guitarra allá, sienten lo mismo hermano. Me lo dicen siempre. La música es especial.
Y en realidad la música es algo más que especial, pensé. No se ve, se siente. No todos saben lo que es tocar un instrumento o cantar y sentir la extraña sensación de percibir que naciste para ello. Además, el talento no es nada si sólo hace música por el dinero.
Eso y mucho más. ¡Sé me ocurrió la letra para mis notas sueltas!
Ahora, a anotarla.
Mica Grinovero and Kevin Jones
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martes, 29 de noviembre de 2011
¿Qué hacer?
Miedos, inseguridad.
A no hacer todo del todo bien,
y fallar un poco en el intento.
Que sea un raro error,
y más allá de eso.
Miedos.
A no hacer todo del todo bien,
y fallar un poco en el intento.
Que sea un raro error,
y más allá de eso.
Miedos.
lunes, 21 de noviembre de 2011
Libertad
Déjame tomarte la vida
entre las manos,
y acariciarla
como si el mañana
fuera su último día.
Déjame continuar
con lo que prometimos
o volver a donde estaba,
abismo o perdición.
Déjame volver loca mi mente,
por imaginar tantas veces
si ya no estuvieras.
Déjame sentir
más de lo que digo,
tratando de salir
de esos fantasmas.
Déjame decir
que el día y la noche
no se comparan en nada
y tantos momentos
que quedan atados
a este corazón.
entre las manos,
y acariciarla
como si el mañana
fuera su último día.
Déjame continuar
con lo que prometimos
o volver a donde estaba,
abismo o perdición.
Déjame volver loca mi mente,
por imaginar tantas veces
si ya no estuvieras.
Déjame sentir
más de lo que digo,
tratando de salir
de esos fantasmas.
Déjame decir
que el día y la noche
no se comparan en nada
y tantos momentos
que quedan atados
a este corazón.
miércoles, 16 de noviembre de 2011
Balada del sin razón
El corazón sangra,
e intenta salir de pecho.
Quiere correr desesperadamente,
por los problemas al acecho.
Escapa de pensamientos,
muchas veces incorrectos.
Y de sentimientos
que crujen por dentro.
No se decide si hacerlo,
cada paso determina
y el huir nunca es bueno,
no parece una salida.
Es cuando choca contra todo
y el cielo comienza a llorar.
No es el fin del mundo,
pero no predijo tanto mal.
El círculo no finaliza
como cualquier historia de amor.
Esa vida continúa,
con angustias y temor.
e intenta salir de pecho.
Quiere correr desesperadamente,
por los problemas al acecho.
Escapa de pensamientos,
muchas veces incorrectos.
Y de sentimientos
que crujen por dentro.
No se decide si hacerlo,
cada paso determina
y el huir nunca es bueno,
no parece una salida.
Es cuando choca contra todo
y el cielo comienza a llorar.
No es el fin del mundo,
pero no predijo tanto mal.
El círculo no finaliza
como cualquier historia de amor.
Esa vida continúa,
con angustias y temor.
martes, 15 de noviembre de 2011
Lo que nace de aquellos días de noviembre
Deja de tener sentido,
y el mundo se detiene,
y lo veo perdido.
Con todo lo que va y viene,
el cielo se oscurece
y me olvido.
Olvido que la vida es una,
que el tiempo no es para perder.
Que todo tiene resultado
en esta mente sin escrúpulos,
que intenta caer al abismo
y a la vez mantiene su flor.
Deja de tener sentido
el poner las manos en el fuego,
la frenesí y la locura
como esa vez que solías cantar
que alguna vez terminaría.
Y nada tiene sentido,
todo carece de sentido.
Porque veo que te escurres
entre mis dedos
y la desesperación me encuentra
a la vuelta del laberinto.
Por ese frío verano que pasé,
y trato de no revivir.
Y el invierno que anidó
mis sombrías expectativas.
Deja de tener sentido
que quieras quedarte o irte.
Lo he pasado mil veces,
pero no sé si quiera huirte.
y el mundo se detiene,
y lo veo perdido.
Con todo lo que va y viene,
el cielo se oscurece
y me olvido.
Olvido que la vida es una,
que el tiempo no es para perder.
Que todo tiene resultado
en esta mente sin escrúpulos,
que intenta caer al abismo
y a la vez mantiene su flor.
Deja de tener sentido
el poner las manos en el fuego,
la frenesí y la locura
como esa vez que solías cantar
que alguna vez terminaría.
Y nada tiene sentido,
todo carece de sentido.
Porque veo que te escurres
entre mis dedos
y la desesperación me encuentra
a la vuelta del laberinto.
Por ese frío verano que pasé,
y trato de no revivir.
Y el invierno que anidó
mis sombrías expectativas.
Deja de tener sentido
que quieras quedarte o irte.
Lo he pasado mil veces,
pero no sé si quiera huirte.
lunes, 14 de noviembre de 2011
Las crónicas que no se ven
Ahí caes en la cuenta.
Ves toda tu vida pasar,
sentís el vacío y la angustia.
Preguntás por qué sin parar.
Callás al no saber qué hacer,
y las lágrimas invaden los ojos.
Miles de puertas que se cierran,
y se cierran los cerrojos.
Pensar en lo que podría haber sido
sólo lo hace peor.
¿Es sólo otro obstáculo más
o debes vivir con temor?
Ves toda tu vida pasar,
sentís el vacío y la angustia.
Preguntás por qué sin parar.
Callás al no saber qué hacer,
y las lágrimas invaden los ojos.
Miles de puertas que se cierran,
y se cierran los cerrojos.
Pensar en lo que podría haber sido
sólo lo hace peor.
¿Es sólo otro obstáculo más
o debes vivir con temor?
viernes, 11 de noviembre de 2011
Tan poco real
Todo está bien.
Y parece que siempre debe haber
un desequilibrio.
Todo estaba bien.
Y de repente las dudas atacan.
Y quiebran.
Y se ven demasiado cerca,
difíciles de controlar.
Dos lados opuestos.
Y ya nada está bien.
Pregunto si algo vale la pena,
si debo escapar y salir.
Si debo correr y dejar de sentir.
Porque pienso demasiado,
y no sé qué pensar.
Porque no entiendo nada,
y no sé qué hacer.
Y el mundo se ha vuelto
tan poco real.
Y parece que siempre debe haber
un desequilibrio.
Todo estaba bien.
Y de repente las dudas atacan.
Y quiebran.
Y se ven demasiado cerca,
difíciles de controlar.
Dos lados opuestos.
Y ya nada está bien.
Pregunto si algo vale la pena,
si debo escapar y salir.
Si debo correr y dejar de sentir.
Porque pienso demasiado,
y no sé qué pensar.
Porque no entiendo nada,
y no sé qué hacer.
Y el mundo se ha vuelto
tan poco real.
lunes, 7 de noviembre de 2011
Una flor, una risa
Preocupaciones,
de acá para allá.
Sinsabores, y la sombra
que nos apura sin parar.
Pero tenemos
todo el tiempo por delante.
El futuro no importa,
el presente está en nuestras manos.
Y lo que quedó atrás,
es de las experiencias lindas.
Una flor, una risa.
Se aprende de lo más sencillo.
Y sin embargo,
nuestras mentes se encargan
de hacerlos salir
de su más alto trono.
El futuro no importa, ya vendrá.
Por eso hay que seguir.
La vida es una sorpresa,
y eso es lo que interesa.
de acá para allá.
Sinsabores, y la sombra
que nos apura sin parar.
Pero tenemos
todo el tiempo por delante.
El futuro no importa,
el presente está en nuestras manos.
Y lo que quedó atrás,
es de las experiencias lindas.
Una flor, una risa.
Se aprende de lo más sencillo.
Y sin embargo,
nuestras mentes se encargan
de hacerlos salir
de su más alto trono.
El futuro no importa, ya vendrá.
Por eso hay que seguir.
La vida es una sorpresa,
y eso es lo que interesa.
Capítulo X
La casa de Pierre era bastante lujosa. Después se preguntaban por qué nunca quería que fueran a mi pequeño monoambiente. Cuando entramos, se sintió un ambiente fresco. Los padre de Pierre no estaban, por lo que tranquilamente usurpamos los sillones de la sala de estar. Mientras nos acomodábamos, noté a Bordelius muy callado, lo que me hizo pensar mucho. Como ya había entrado en confianza con el viejo, me acerqué y le pregunté qué lo traía tan silencioso.
-Sólo pienso que quien haya sustraído el dinero deberá hacerse presente en Toronto.- Al escuchar aquello, todos comenzaron a prestarle atención.
-¿Y eso quiere decir que...?- preguntó Seb, sin finalizar su duda.
-Espere,- comenzó David, algo molesto- ¿acaso el "sospechoso" no puede estar aquí mientras nosotros estemos allá? - quiso convencer a los demás, pero el investigador planteó su postura.
-El sospechoso, sea quien sea, sabrá que en Toronto es más posible que accedan a sumas de dinero mayores. No querrá perderse esa oportunidad.- Todos nos miramos, sin querer darle la razón- Además, es probable que sea un fan.
-Eso no es tan probable- saltó enseguida Chuck- Si son nuestros fans, desean nuestro bien, ¿no?- nos miró.
-Bueno, nunca se sabe- continuó el viejo.
En realidad no sabíamos el por qué de nuestra insistencia en oponernos a que el viejo se quedara en Montreal.
-¡Estoy harto de ésto!- gritó David- Ese dinero no es tan importante como para seguir con ésto.- Todos asentimos. E incluso empezamos a decirnos entre nosotros. Bordelius nos dijo, desde su imperturbable calma:
-¿Tan poco vale para ustedes la verdad? Quizás lo que aquí se investiga no es sólo un robo.
Nos quedamos en silencio. La duda que nos plantó no parecía sólo un invento, sino que a parir de allí comenzamos a barajar las posibilidades de "más que un robo".
Jeff quiso saber que tenía el detective en mente.
-Cosas de viejo, nada más.- fue su única respuesta. De nada valió nuestra insistencia y enojos. No quiso soltar nada más.- Aún así, la determinación que estoy tomando, y escuchen bien, es de viajar a la ciudad de Toronto, con mis propios medios, para continuar con esta investigación, que ya les ha dado más de un dolor de cabeza.
No fue fácil convencernos de algo semejante. Al final de esa noche, Bordelius estaba incluido ya en el viaje.
Aquellas raras palabras que había pronunciado fueron un primer paso a la verdad.
-Sólo pienso que quien haya sustraído el dinero deberá hacerse presente en Toronto.- Al escuchar aquello, todos comenzaron a prestarle atención.
-¿Y eso quiere decir que...?- preguntó Seb, sin finalizar su duda.
-Espere,- comenzó David, algo molesto- ¿acaso el "sospechoso" no puede estar aquí mientras nosotros estemos allá? - quiso convencer a los demás, pero el investigador planteó su postura.
-El sospechoso, sea quien sea, sabrá que en Toronto es más posible que accedan a sumas de dinero mayores. No querrá perderse esa oportunidad.- Todos nos miramos, sin querer darle la razón- Además, es probable que sea un fan.
-Eso no es tan probable- saltó enseguida Chuck- Si son nuestros fans, desean nuestro bien, ¿no?- nos miró.
-Bueno, nunca se sabe- continuó el viejo.
En realidad no sabíamos el por qué de nuestra insistencia en oponernos a que el viejo se quedara en Montreal.
-¡Estoy harto de ésto!- gritó David- Ese dinero no es tan importante como para seguir con ésto.- Todos asentimos. E incluso empezamos a decirnos entre nosotros. Bordelius nos dijo, desde su imperturbable calma:
-¿Tan poco vale para ustedes la verdad? Quizás lo que aquí se investiga no es sólo un robo.
Nos quedamos en silencio. La duda que nos plantó no parecía sólo un invento, sino que a parir de allí comenzamos a barajar las posibilidades de "más que un robo".
Jeff quiso saber que tenía el detective en mente.
-Cosas de viejo, nada más.- fue su única respuesta. De nada valió nuestra insistencia y enojos. No quiso soltar nada más.- Aún así, la determinación que estoy tomando, y escuchen bien, es de viajar a la ciudad de Toronto, con mis propios medios, para continuar con esta investigación, que ya les ha dado más de un dolor de cabeza.
No fue fácil convencernos de algo semejante. Al final de esa noche, Bordelius estaba incluido ya en el viaje.
Aquellas raras palabras que había pronunciado fueron un primer paso a la verdad.
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sábado, 5 de noviembre de 2011
Capítulo IX
Salí del edificio e inmediatamente me dirigí a mi auto. Arranqué y encendí la radio, mientras comenzaba a ver la calle al final del estacionamiento.
En el camino me crucé con varios bocinazos de los demás conductores, a los cuales no les interesaba el estado de éxtasis en el que me encontraba.
Es que pasa que hay momentos en que un sueño parece perfectamente alcanzado.
¿Qué decir del resto? Solo recuerdo imágenes alegres y una risa parecida a lo irreal. Y recuerdo que Pierre juró desde aquel día creer en la suerte y el destino.
Después de lograr reunirnos en casa de Chuck, fuimos directamente a la radio para retirar nuestros boletos de avión. Al irse el encargado de la radio comenzamos a actuar como niño que ingresaban a la primaria. Cada uno llamó a sus padres, para darles aviso de la buena noticia. Excepto yo.
No sabía explicar muy bien los motivos. Jeff trató de convencerme, pero explicarle por qué no quería llamarlo implicaba contar todo aquello que no tenía ganas de contar.
Entre los festejos y las risas, una estrella me recordó a mi madre. Seguidamente, traté de detener mis pensamientos sobre ella. Pensamiento que, sabía, solo implicarían más melancolía que en otras ocasiones. Salí de mi estado de shock interior mientras los demás se disponían a empacar sus cosas. Pierre estaba llamando a su novia, lo cual se volvió muy gracioso ya que los demás no pararon de hacer raros sonidos para que ni siquiera pudieran hablar. Chuck, imitando a su madre gritó: "¡Cada uno a su casa!".
Todos reímos y comenzamos a salir. Jeff ya había comenzado a hablar de lo asombrosa que sería nuestra pequeña aventura, y ninguno lo dudó. Además, Seb hablaba sobre los lugares que podríamos visitar durante nuestra estadía.
Un pequeño cosquilleo de celos se iba generando adentro mío. Era algo que no podía controlar, realmente. ¿Me habían agradecido suficientemente el haber hecho ese llamado? Al final, todo parecía reducirse a la paranoia de ¿Me quieren o no? No, no podía evitarlo: La melancolía me estaba ganando en un día que debía ser esplendido. Fue entonces cuando afuera encontré a Bordelius. Caminaba solo por una calle casi desierta. Jugando con él, me acerque entre risas.
-¿Sabes qué, viejo? Nos vamos a Toronto.
Bordelius ni siquiera pestañeó al decirle aquello, lo cual no me resultó raro.
-Pues yo debo continuar con mi investigación -me respondió- es por eso que estoy aquí.-En ese momento, los otros salían entre risas y bromas. Al vernos, se acercaron a nosotros. -Si todos siguen con su trabajo, debo hacer lo mismo -nos miró.
No entendimos demasiado, pero fuimos a casa de Pierre como el viejo indicó.
En el camino me crucé con varios bocinazos de los demás conductores, a los cuales no les interesaba el estado de éxtasis en el que me encontraba.
Es que pasa que hay momentos en que un sueño parece perfectamente alcanzado.
¿Qué decir del resto? Solo recuerdo imágenes alegres y una risa parecida a lo irreal. Y recuerdo que Pierre juró desde aquel día creer en la suerte y el destino.
Después de lograr reunirnos en casa de Chuck, fuimos directamente a la radio para retirar nuestros boletos de avión. Al irse el encargado de la radio comenzamos a actuar como niño que ingresaban a la primaria. Cada uno llamó a sus padres, para darles aviso de la buena noticia. Excepto yo.
No sabía explicar muy bien los motivos. Jeff trató de convencerme, pero explicarle por qué no quería llamarlo implicaba contar todo aquello que no tenía ganas de contar.
Entre los festejos y las risas, una estrella me recordó a mi madre. Seguidamente, traté de detener mis pensamientos sobre ella. Pensamiento que, sabía, solo implicarían más melancolía que en otras ocasiones. Salí de mi estado de shock interior mientras los demás se disponían a empacar sus cosas. Pierre estaba llamando a su novia, lo cual se volvió muy gracioso ya que los demás no pararon de hacer raros sonidos para que ni siquiera pudieran hablar. Chuck, imitando a su madre gritó: "¡Cada uno a su casa!".
Todos reímos y comenzamos a salir. Jeff ya había comenzado a hablar de lo asombrosa que sería nuestra pequeña aventura, y ninguno lo dudó. Además, Seb hablaba sobre los lugares que podríamos visitar durante nuestra estadía.
Un pequeño cosquilleo de celos se iba generando adentro mío. Era algo que no podía controlar, realmente. ¿Me habían agradecido suficientemente el haber hecho ese llamado? Al final, todo parecía reducirse a la paranoia de ¿Me quieren o no? No, no podía evitarlo: La melancolía me estaba ganando en un día que debía ser esplendido. Fue entonces cuando afuera encontré a Bordelius. Caminaba solo por una calle casi desierta. Jugando con él, me acerque entre risas.
-¿Sabes qué, viejo? Nos vamos a Toronto.
Bordelius ni siquiera pestañeó al decirle aquello, lo cual no me resultó raro.
-Pues yo debo continuar con mi investigación -me respondió- es por eso que estoy aquí.-En ese momento, los otros salían entre risas y bromas. Al vernos, se acercaron a nosotros. -Si todos siguen con su trabajo, debo hacer lo mismo -nos miró.
No entendimos demasiado, pero fuimos a casa de Pierre como el viejo indicó.
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Noche
Noche de luna,
como la mayoría.
Silencio poco abrumador,
que no interesa.
Cuidadosas puntadas
tras el precipitado
latir de un corazón.
Y se olvida de todo
lo que una vez pasó.
El respirar algo rápido,
y sin embargo, dulce.
Noche de luna.
como la mayoría.
Silencio poco abrumador,
que no interesa.
Cuidadosas puntadas
tras el precipitado
latir de un corazón.
Y se olvida de todo
lo que una vez pasó.
El respirar algo rápido,
y sin embargo, dulce.
Noche de luna.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
viernes, 28 de octubre de 2011
Don Naide
A los primeros rastros
del alba,
tan lentamente progresando
a través de la fría brisa.
Una figura difuminada,
a través de las estrechas calles,
pedregosas y sin sentido.
Lleva consigo la labor,
pesada pero necesaria
cargada detrás de su espalda.
Sin embargo,
su rostro no deja rastros
de los tan entrados años.
Es más,
mucho más lo que muestra:
una sonrisa a quien le plazca.
Vida y problemas
no han sido su justicia,
pero su cansado cuerpo
intenta ocultar todo ello.
Quien sabe...
Quizás algún día,
tan cercano o lejano,
vuelva a aparecer
tal como aquel amanecer
antes de que sus ojos
dejaran de brillar.
Y mientras tanto,
su sombra sigue caminando,
tan lentamente progresando.
del alba,
tan lentamente progresando
a través de la fría brisa.
Una figura difuminada,
a través de las estrechas calles,
pedregosas y sin sentido.
Lleva consigo la labor,
pesada pero necesaria
cargada detrás de su espalda.
Sin embargo,
su rostro no deja rastros
de los tan entrados años.
Es más,
mucho más lo que muestra:
una sonrisa a quien le plazca.
Vida y problemas
no han sido su justicia,
pero su cansado cuerpo
intenta ocultar todo ello.
Quien sabe...
Quizás algún día,
tan cercano o lejano,
vuelva a aparecer
tal como aquel amanecer
antes de que sus ojos
dejaran de brillar.
Y mientras tanto,
su sombra sigue caminando,
tan lentamente progresando.
martes, 25 de octubre de 2011
Eso
Es ese parloteo
intensivo
sin acción alguna.
Esa crítica
no constructiva
como si fueses
el mejor ejemplo a seguir.
Esa hipocresía
que realmente
no termino de entender.
Esa comprensión
que debo tener
al ver cada etapa de tu vida.
intensivo
sin acción alguna.
Esa crítica
no constructiva
como si fueses
el mejor ejemplo a seguir.
Esa hipocresía
que realmente
no termino de entender.
Esa comprensión
que debo tener
al ver cada etapa de tu vida.
sábado, 22 de octubre de 2011
Camaleón
Detrás de lo que ves
puede haber muy poco
o muy mucho.
¿Por qué?
Gente,
hay cosas que son
como camaleones:
dependiendo de a lo que desean
asemejarse,
cambian su piel.
En este caso,
la piel es sólo
lo superficial.
puede haber muy poco
o muy mucho.
¿Por qué?
Gente,
hay cosas que son
como camaleones:
dependiendo de a lo que desean
asemejarse,
cambian su piel.
En este caso,
la piel es sólo
lo superficial.
viernes, 21 de octubre de 2011
Capítulo VIII
Las hélices del ventilador giraban despacio. Dormitaba aún. Esa fue la primer imagen que vi. Fui al baño. Luego, me preparé el desayuno.
No lo sabía, pero estaba despertando a uno de los días más raros de mi vida.
Me quedé mirando la radio por un largo rato, mientras masticaba de a poco los pedazos de galletitas en mi boca. Había un típico programa, del que el locutor no me caía demasiado bien, pero aún así dejé que prosiguiera sin cambiar de estación.
Quería poner mi mente en blanco. Desde aquella reunión sobre el dinero perdido, todo venía siendo raro. Terminó un tema en la radio y luego aquel locutor anunció: - Entre todas las bandas que llamen a la Estación y se anoten antes de las 13 hs, sortearemos un lugar en el Festival Rock am Ring en Toronto.
Miré rápido el reloj. Faltaban unos minutos para la hora fijada. Llamé y casi automáticamente registré a la banda.
No estaba seguro de llegar a algún lugar con aquello, pero intentarlo no me costaría nada. La voz del otro lado del teléfono me anunció que ya había finalizado y me sentí aliviado.
-En algunos momentos anunciaremos al ganador, pero no pierdan esta oportunidad única. Esperamos su llamada.
Me quedé sin hacer nada un rato más, algo ansioso por conocer el resultado. Me tentaba, incluso, la idea de cambiar de estación. El resto lo sentí como un sueño...
El locutor dijo que sacaría el nombre de la banda ganadora. Hizo un poco de suspenso y anunció:
-Muy bien, ¡Tenemos unos ganadores! Con un nombre poco usual, viajaran al Rock am Ring los chicos de... ¡Simple Plan!
Lo sentí irreal, como si no estuviese pasando. Me olvidé de que los demás no sabían, pero no importaba demasiado porque estaba seguro de que sentirían igual que yo. Sonó el teléfono.
-¡Felicitaciones! Su banda ha concursado y ganado un viaje al Rock am Ring. Por favor, presentarse el día Martes a las 19 hs en la Estación de radio. Enviaremos el resto de la información a su correo electrónico.
Me quedé tildado.
-Señor, para eso necesitamos saber su correo electrónico.
Me despabilé y le dí la información que necesitaba. A los pocos minutos, gritando de alegría, bajaba por las escaleras del edificio en que vivía, camino a casa de Chuck.
Afuera no había música, pero en mi mente sonaba Jumpstart de These Kids Wear Crowns.
No lo sabía, pero estaba despertando a uno de los días más raros de mi vida.
Me quedé mirando la radio por un largo rato, mientras masticaba de a poco los pedazos de galletitas en mi boca. Había un típico programa, del que el locutor no me caía demasiado bien, pero aún así dejé que prosiguiera sin cambiar de estación.
Quería poner mi mente en blanco. Desde aquella reunión sobre el dinero perdido, todo venía siendo raro. Terminó un tema en la radio y luego aquel locutor anunció: - Entre todas las bandas que llamen a la Estación y se anoten antes de las 13 hs, sortearemos un lugar en el Festival Rock am Ring en Toronto.
Miré rápido el reloj. Faltaban unos minutos para la hora fijada. Llamé y casi automáticamente registré a la banda.
No estaba seguro de llegar a algún lugar con aquello, pero intentarlo no me costaría nada. La voz del otro lado del teléfono me anunció que ya había finalizado y me sentí aliviado.
-En algunos momentos anunciaremos al ganador, pero no pierdan esta oportunidad única. Esperamos su llamada.
Me quedé sin hacer nada un rato más, algo ansioso por conocer el resultado. Me tentaba, incluso, la idea de cambiar de estación. El resto lo sentí como un sueño...
El locutor dijo que sacaría el nombre de la banda ganadora. Hizo un poco de suspenso y anunció:
-Muy bien, ¡Tenemos unos ganadores! Con un nombre poco usual, viajaran al Rock am Ring los chicos de... ¡Simple Plan!
Lo sentí irreal, como si no estuviese pasando. Me olvidé de que los demás no sabían, pero no importaba demasiado porque estaba seguro de que sentirían igual que yo. Sonó el teléfono.
-¡Felicitaciones! Su banda ha concursado y ganado un viaje al Rock am Ring. Por favor, presentarse el día Martes a las 19 hs en la Estación de radio. Enviaremos el resto de la información a su correo electrónico.
Me quedé tildado.
-Señor, para eso necesitamos saber su correo electrónico.
Me despabilé y le dí la información que necesitaba. A los pocos minutos, gritando de alegría, bajaba por las escaleras del edificio en que vivía, camino a casa de Chuck.
Afuera no había música, pero en mi mente sonaba Jumpstart de These Kids Wear Crowns.
Micaela Grinovero and Kevin Jones
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domingo, 16 de octubre de 2011
Capítulo VII
Pedimos algo para tomar y seguimos disfrutando de la velada. Nos sentamos en una de las mesas para escuchar lo que Bordelius tenía para decir.
-Entonces, ¿qué de la pista?- intervino Seb.
-Bueno, es algo así como un simple test que todos deben pasar.
Pierre se malhumoró un poco. No le gustaba la idea de pasar por un test.
El viejo agitó su vaso, y preguntó: -¿Se sienten a gusto en la banda?
Todos nos sorprendimos un poco.
-Yo, sí- dijo Jeff.
-Opino lo mismo -expresó Chuck
-Lo mismo creo -siguieron Seb y David casi al mismo tiempo. Respondían sin preocupación alguna.
-Por supuesto que sí -dijo Pierre y estuve de acuerdo - ¿Cuando vas a empezar tu bendito test?
-Todo a su tiempo -dijo el investigador.
Luego, siguió hablando de la música, de viejas épocas y cosas de la vida. De repente, nos fulminó con la mirada al preguntarnos sobre el paradero del dinero.
-¿Alguno de ustedes robó el dinero?
Nuestras miradas se cruzaron, sabiendo qué responder.
-¡Por supuesto que no!- exclamó David - Si lo hubiésemos hecho no estaríamos aquí.
Los demás asentimos. El viejo, con una ceja enmarcada, estudió nuestros rostros por un momento.
Nos estábamos acostumbrando a los silencios de aquella noche. Bordelius nos hizo aflojar la lengua y hablar de nuestros comienzo. De como, casi casualmente, nos fuimos conociendo. La noche parecía estar acabándose y la pista seguía escondida en la mente de aquel viejo extraño.
-¿No cree que ya es hora de darnos la pista? -se enfadó Pierre. Chuck lo codeó, reprendiéndolo.
-La paciencia, joven -comenzó hablando- es algo que el tiempo te obliga a aprender.
Nadie entendía...
-Por lo que veo, no ha sido ninguno de ustedes el criminal - Nos miramos extrañados - Hay algo llamado "lectura de rostros". Con las preguntas que me respondieron, supe quien mentía y quien no. La tensión del rostro es un signo de ellos, cosa que no hicieron. Buen trabajo. Es difícil engañar con expresiones faciales.
Nuevamente nos había sorprendido. Tuve la rara certeza de que los día siguientes hasta hallar el dinero no serían nada tranquilos.
Mientras tanto, todos se disponían a irse a dormir un poco. Al despedirse de mí, Bordelius me tomó del brazo y me susurró:
-¿Recuerdas cuando me dijiste que no extrañabas a tu madre? Bueno, mentías.
-Entonces, ¿qué de la pista?- intervino Seb.
-Bueno, es algo así como un simple test que todos deben pasar.
Pierre se malhumoró un poco. No le gustaba la idea de pasar por un test.
El viejo agitó su vaso, y preguntó: -¿Se sienten a gusto en la banda?
Todos nos sorprendimos un poco.
-Yo, sí- dijo Jeff.
-Opino lo mismo -expresó Chuck
-Lo mismo creo -siguieron Seb y David casi al mismo tiempo. Respondían sin preocupación alguna.
-Por supuesto que sí -dijo Pierre y estuve de acuerdo - ¿Cuando vas a empezar tu bendito test?
-Todo a su tiempo -dijo el investigador.
Luego, siguió hablando de la música, de viejas épocas y cosas de la vida. De repente, nos fulminó con la mirada al preguntarnos sobre el paradero del dinero.
-¿Alguno de ustedes robó el dinero?
Nuestras miradas se cruzaron, sabiendo qué responder.
-¡Por supuesto que no!- exclamó David - Si lo hubiésemos hecho no estaríamos aquí.
Los demás asentimos. El viejo, con una ceja enmarcada, estudió nuestros rostros por un momento.
Nos estábamos acostumbrando a los silencios de aquella noche. Bordelius nos hizo aflojar la lengua y hablar de nuestros comienzo. De como, casi casualmente, nos fuimos conociendo. La noche parecía estar acabándose y la pista seguía escondida en la mente de aquel viejo extraño.
-¿No cree que ya es hora de darnos la pista? -se enfadó Pierre. Chuck lo codeó, reprendiéndolo.
-La paciencia, joven -comenzó hablando- es algo que el tiempo te obliga a aprender.
Nadie entendía...
-Por lo que veo, no ha sido ninguno de ustedes el criminal - Nos miramos extrañados - Hay algo llamado "lectura de rostros". Con las preguntas que me respondieron, supe quien mentía y quien no. La tensión del rostro es un signo de ellos, cosa que no hicieron. Buen trabajo. Es difícil engañar con expresiones faciales.
Nuevamente nos había sorprendido. Tuve la rara certeza de que los día siguientes hasta hallar el dinero no serían nada tranquilos.
Mientras tanto, todos se disponían a irse a dormir un poco. Al despedirse de mí, Bordelius me tomó del brazo y me susurró:
-¿Recuerdas cuando me dijiste que no extrañabas a tu madre? Bueno, mentías.
Micaela Grinóvero and Kevin Jones
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jueves, 13 de octubre de 2011
Esplendor
Arco iris de colores,
Naturaleza en su esplendor.
Y nos parece tan común
y tan fácil de encontrar.
Pero al contrario,
no sabemos bien valorar.
Hay quienes nunca han podido verlo,
quienes nunca lo verán.
Pero ahí está,
para nuestro minuto de gloria
que se va demasiado rápido.
Lejos en el cielo
y científicamente fácil.
Y quienes no pueden verlo
sólo serán
ciegos de alma.
Naturaleza en su esplendor.
Y nos parece tan común
y tan fácil de encontrar.
Pero al contrario,
no sabemos bien valorar.
Hay quienes nunca han podido verlo,
quienes nunca lo verán.
Pero ahí está,
para nuestro minuto de gloria
que se va demasiado rápido.
Lejos en el cielo
y científicamente fácil.
Y quienes no pueden verlo
sólo serán
ciegos de alma.
domingo, 9 de octubre de 2011
Nature
Breathe, relax...
Feel the air over the place.
Feel the energy and the space.
Like it was a new start,
like you were in a different light.
Just like what you imagined once
and what you don't wanna stop
because freedom isn't just the sky.
Earth can be an amazing race
and feel the air over the place.
Nature isn't about to waste.
Feel the air over the place.
Feel the energy and the space.
Like it was a new start,
like you were in a different light.
Just like what you imagined once
and what you don't wanna stop
because freedom isn't just the sky.
Earth can be an amazing race
and feel the air over the place.
Nature isn't about to waste.
viernes, 7 de octubre de 2011
Capítulo VI
No recuerdo mucho de aquella comida. Solo sé decir que poco a poco, aquel viejo hizo que desandara mi historia.
Al principio, no estaba seguro de querer que alguien más la supiera; a pesar de que había confiado en Seb en cuanto a eso se relacionaba. Parte de mí adolescencia no había sido de lo mejor.
Aquella tarde tuve que recordarme a mí mismo que una vez tuve una madre. Virginia, la mujer que me dio la vida, tuvo que volver a Sarajevo. Su ciudad de origen era esa. Se había marchado en medio de guerras. Era, por supuesto, inmigrante ilegal.
Por un tiempo, fue capaz de enviar un par de cartas a mi casa de ese momento. Las cuales no pude conservar por las reiteradas advertencias de mi padre, quien reclamaba que era mejor olvidar.
Ahora, vivo solo. Lejos de gritos y problemas. Me llevo mejor con mi padre así. Pensando en todo eso, de repente, me dieron ganas de verlo. Así se lo exprese a Bordelius, quien antes de que me fuera me pidió que volviera esa noche. Asentí, sin aún saber si iría o no. Eran alrededor de las seis, ya.
Del otro lado de la ciudad, Seb y David discutían sobre si podrían presentarse esa noche o no:
-Sería algo frustrante para él. ¡Ya no queremos más problemas!- exclamó David.
Jeff sólo no hacia nada a su lado, pensando en quien sabe qué.
Pierre irrumpió en la sala y con gesto serio sólo se limitó a decir.
-Vamos a hacerlo. Vamos a arreglarlo. De alguna manera, debemos arriesgarnos -a lo que Chuck asintió y tomaron sus cosas para abandonar el lugar.
Yo, mientras, volvía al bar. La cabeza me daba vueltas. ¿Por qué le hacía caso al pedido de un viejo loco que hace un día no conocía? ¿Por qué me enojé con Pierre? ¿Qué buscaba?
Cubrí mis dudas con el enojo. Así que ni quise responder a las preguntas de Bordelius. Llegó el momento de la banda de la noche. Escuchar el nombre de Simple plan en aquel bar a medio poblar me hizo olvidarme por un rato y dejarme sorprender.
-Esto es para un amigo que, aunque muchas veces peleamos, sabe que cuenta con nosotros- dijo Pierre y los instrumentos comenzar sus melodías.
Promise. Sonaban increíbles, pero no sabía si hacer caso a las palabras del inicio. Cuando terminaron, Bordelius se paró de su silla diciendo:
-Asombroso. Se ganaron una segunda pista -a lo que todos nos sorprendimos.
Sin embargo, la pista de Bordelius debería esperar, o así lo decidió David:
-¡Que rayos me importa! Lo que nos importa aquí es que piensas tú, Ted.
Las miradas se posaron sobre mí. Un nudo en la garganta se desató. Abracé a David y a todos como única respuesta. El resto de la noche fue solo música.
Al principio, no estaba seguro de querer que alguien más la supiera; a pesar de que había confiado en Seb en cuanto a eso se relacionaba. Parte de mí adolescencia no había sido de lo mejor.
Aquella tarde tuve que recordarme a mí mismo que una vez tuve una madre. Virginia, la mujer que me dio la vida, tuvo que volver a Sarajevo. Su ciudad de origen era esa. Se había marchado en medio de guerras. Era, por supuesto, inmigrante ilegal.
Por un tiempo, fue capaz de enviar un par de cartas a mi casa de ese momento. Las cuales no pude conservar por las reiteradas advertencias de mi padre, quien reclamaba que era mejor olvidar.
Ahora, vivo solo. Lejos de gritos y problemas. Me llevo mejor con mi padre así. Pensando en todo eso, de repente, me dieron ganas de verlo. Así se lo exprese a Bordelius, quien antes de que me fuera me pidió que volviera esa noche. Asentí, sin aún saber si iría o no. Eran alrededor de las seis, ya.
Del otro lado de la ciudad, Seb y David discutían sobre si podrían presentarse esa noche o no:
-Sería algo frustrante para él. ¡Ya no queremos más problemas!- exclamó David.
Jeff sólo no hacia nada a su lado, pensando en quien sabe qué.
Pierre irrumpió en la sala y con gesto serio sólo se limitó a decir.
-Vamos a hacerlo. Vamos a arreglarlo. De alguna manera, debemos arriesgarnos -a lo que Chuck asintió y tomaron sus cosas para abandonar el lugar.
Yo, mientras, volvía al bar. La cabeza me daba vueltas. ¿Por qué le hacía caso al pedido de un viejo loco que hace un día no conocía? ¿Por qué me enojé con Pierre? ¿Qué buscaba?
Cubrí mis dudas con el enojo. Así que ni quise responder a las preguntas de Bordelius. Llegó el momento de la banda de la noche. Escuchar el nombre de Simple plan en aquel bar a medio poblar me hizo olvidarme por un rato y dejarme sorprender.
-Esto es para un amigo que, aunque muchas veces peleamos, sabe que cuenta con nosotros- dijo Pierre y los instrumentos comenzar sus melodías.
Promise. Sonaban increíbles, pero no sabía si hacer caso a las palabras del inicio. Cuando terminaron, Bordelius se paró de su silla diciendo:
-Asombroso. Se ganaron una segunda pista -a lo que todos nos sorprendimos.
Sin embargo, la pista de Bordelius debería esperar, o así lo decidió David:
-¡Que rayos me importa! Lo que nos importa aquí es que piensas tú, Ted.
Las miradas se posaron sobre mí. Un nudo en la garganta se desató. Abracé a David y a todos como única respuesta. El resto de la noche fue solo música.
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jueves, 6 de octubre de 2011
Sencillamente perfecto
Cielo un poco despejado.
Normal, nada más.
Árboles que comienzan a moverse
por acción del viento.
Normal, nada más.
Y extrañamente, perfecto
para mí.
Sencillamente perfecto.
Flamear de la bandera
por acción del viento.
Refresca,
pero se siente bien.
Y cercano a lo perfecto.
Eso que no nos detenemos a ver,
y que hace nuestro cada día.
El mundo nos oprime cada día,
pero la naturaleza lo hace ceder.
Se siente bien.
Como ese niño
de ojos claros.
Normal, nada más.
Árboles que comienzan a moverse
por acción del viento.
Normal, nada más.
Y extrañamente, perfecto
para mí.
Sencillamente perfecto.
Flamear de la bandera
por acción del viento.
Refresca,
pero se siente bien.
Y cercano a lo perfecto.
Eso que no nos detenemos a ver,
y que hace nuestro cada día.
El mundo nos oprime cada día,
pero la naturaleza lo hace ceder.
Se siente bien.
Como ese niño
de ojos claros.
miércoles, 5 de octubre de 2011
Modo de estar
Es muy raro,
pero soy así.
La respiración se corta,
pero sigo viviendo.
Las ideas se entremezclan,
y confunden mi modo de estar.
Mi modo de estar.
Libertad por doquier,
y a la vez extrañeza.
La sangre de las venas
ya no coagula
y el desfile de palabras
se corta de inmediato.
Rareza.
Novedades y rarezas.
Extrañas piezas de cristal,
muy fáciles de romper,
difíciles de olvidar.
Mi modo de estar.
Tan atípico.
pero soy así.
La respiración se corta,
pero sigo viviendo.
Las ideas se entremezclan,
y confunden mi modo de estar.
Mi modo de estar.
Libertad por doquier,
y a la vez extrañeza.
La sangre de las venas
ya no coagula
y el desfile de palabras
se corta de inmediato.
Rareza.
Novedades y rarezas.
Extrañas piezas de cristal,
muy fáciles de romper,
difíciles de olvidar.
Mi modo de estar.
Tan atípico.
Ni idea
Si piensas que me molesta,
no es cierto.
Si crees que pasa algo,
puedes olvidarlo.
Aunque tengas otras intenciones,
es probable que no lo sepa.
Porque simplemente
no importa demasiado.
Si tomamos caminos diferentes,
puede que esté en lo cierto.
Pero sin embargo,
ni idea.
No importa demasiado.
Ni siquiera interesa.
no es cierto.
Si crees que pasa algo,
puedes olvidarlo.
Aunque tengas otras intenciones,
es probable que no lo sepa.
Porque simplemente
no importa demasiado.
Si tomamos caminos diferentes,
puede que esté en lo cierto.
Pero sin embargo,
ni idea.
No importa demasiado.
Ni siquiera interesa.
sábado, 1 de octubre de 2011
Capítulo V
Después de todo, la pista quedó fichada en lo que Bordelius llamó un "Libro de sospechas" mientras nosotros no salíamos de nuestro asombro. El viejo tomó apuntes de ello y luego se dirigió hacia la puerta, diciendo:
-¡Nuevo día, nueva pista!
Así que así era como funcionaba.
Yo me quedé pensando en mi sueño. Entre tanto, no había podido reflexionar sobre lo que soñé. Todos felicitaban a Pierre por la interpretación. Mi rabia iba en aumento.
En realidad, no sabía si dejarlo pasar o explotar en ese momento. Para ese entonces, ya todos se destinaban hacia sus respectivos hogares, pero mi rabia seguía presente.
Todos se iban cuando al despedirme Pierre me sonrío y me dijo: -¡Qué bien lo hicimos!
En mi mente daba vueltas, ¿hicimos?
-No sé, parece que solo tú eres la banda -dije.
-¿Eh? ¿Por qué dices eso?
La pelea estaba en puerta.
-Woo, wow...Esperen ahí -dijo Jeff mientras trataba de alejarnos con sus manos - Somos amigos, ¿recuerdan?
Lancé una mirada furibunda a Pierre.
-Pues parece que ya no más -casi grité aunque traté de controlarme.
Ante el asombro de todos, me fui. Con destino incierto, vagué por las calles. Necesitaba despejarme.
Luego, me enteraría de que mientras tanto Jeff y Chuck trataban de tranquilizar a Pierre que pasaba del enojo a la culpa. Seb y David salían a buscarme en ese momento.
Pero ya me encontraba demasiado lejos como para escuchar sus voces...ni las de nadie. Solamente el radiante rayo de sol por encima de mi cabeza.
Mientras tanto, los demás seguían en un intento por hallar mi paradero, cosa que hacían con muy poco éxito.
Una palma se posó sobre mi hombro. Era la mano de Bordelius. Traté de ser cortes y decirle que no tenía ganas de hablar con nadie. Pero él insistió y se sentó junto a mí.
-No necesito ser investigador para saber que te peleaste con tus amigos.
Sin decir mucho más, me invitó a comer.
Siendo sincero, no tenía apetito y ni siquiera aliento para dirigirme a ningún lugar, pero acepté de mala gana de todas maneras. Nos dirigimos a un bar o como pueda llamarse. Se trataba de un sitio pequeño, con paredes azules. Me senté en donde Bordelius me indicó haciendo una reverencia con la mano.
Desde un primer momento me había parecido un viejo raro. Pero sus excentricidades me estaban gustando. Había algo de protector en ese gesto de invitarme a comer.
-A ver, dejame adivinar. ¿No tienes padres? -dijo de la nada.
Por un instante me sorprendí, pero enseguida asentí lentamente con mirada apesadumbrada hacia el vaso que tenía en mis manos. Ya casi vacío, por supuesto. Sin embargo, solo me pareció una pregunta al aire, para tener tema de conversación.
-¡Nuevo día, nueva pista!
Así que así era como funcionaba.
Yo me quedé pensando en mi sueño. Entre tanto, no había podido reflexionar sobre lo que soñé. Todos felicitaban a Pierre por la interpretación. Mi rabia iba en aumento.
En realidad, no sabía si dejarlo pasar o explotar en ese momento. Para ese entonces, ya todos se destinaban hacia sus respectivos hogares, pero mi rabia seguía presente.
Todos se iban cuando al despedirme Pierre me sonrío y me dijo: -¡Qué bien lo hicimos!
En mi mente daba vueltas, ¿hicimos?
-No sé, parece que solo tú eres la banda -dije.
-¿Eh? ¿Por qué dices eso?
La pelea estaba en puerta.
-Woo, wow...Esperen ahí -dijo Jeff mientras trataba de alejarnos con sus manos - Somos amigos, ¿recuerdan?
Lancé una mirada furibunda a Pierre.
-Pues parece que ya no más -casi grité aunque traté de controlarme.
Ante el asombro de todos, me fui. Con destino incierto, vagué por las calles. Necesitaba despejarme.
Luego, me enteraría de que mientras tanto Jeff y Chuck trataban de tranquilizar a Pierre que pasaba del enojo a la culpa. Seb y David salían a buscarme en ese momento.
Pero ya me encontraba demasiado lejos como para escuchar sus voces...ni las de nadie. Solamente el radiante rayo de sol por encima de mi cabeza.
Mientras tanto, los demás seguían en un intento por hallar mi paradero, cosa que hacían con muy poco éxito.
Una palma se posó sobre mi hombro. Era la mano de Bordelius. Traté de ser cortes y decirle que no tenía ganas de hablar con nadie. Pero él insistió y se sentó junto a mí.
-No necesito ser investigador para saber que te peleaste con tus amigos.
Sin decir mucho más, me invitó a comer.
Siendo sincero, no tenía apetito y ni siquiera aliento para dirigirme a ningún lugar, pero acepté de mala gana de todas maneras. Nos dirigimos a un bar o como pueda llamarse. Se trataba de un sitio pequeño, con paredes azules. Me senté en donde Bordelius me indicó haciendo una reverencia con la mano.
Desde un primer momento me había parecido un viejo raro. Pero sus excentricidades me estaban gustando. Había algo de protector en ese gesto de invitarme a comer.
-A ver, dejame adivinar. ¿No tienes padres? -dijo de la nada.
Por un instante me sorprendí, pero enseguida asentí lentamente con mirada apesadumbrada hacia el vaso que tenía en mis manos. Ya casi vacío, por supuesto. Sin embargo, solo me pareció una pregunta al aire, para tener tema de conversación.
Después de todo, ese fue solo el inicio, con un largo camino por recorrer.
Micaela Grinóvero and Kevin Jones
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miércoles, 28 de septiembre de 2011
Palabras
El silencio se corta,
pero las palabras quedan ahogadas
en pena
o en no saber
o en no querer.
Y quedan quietas,
sin un solo atisbo,
ni una sola señal.
Porque todo olvido
en el momento,
pero segundos después
es demasiado tarde,
para que las palabras resurjan.
Y no lo hacen.
Pero me lo aseguré,
o eso creo.
Eso espero.
pero las palabras quedan ahogadas
en pena
o en no saber
o en no querer.
Y quedan quietas,
sin un solo atisbo,
ni una sola señal.
Porque todo olvido
en el momento,
pero segundos después
es demasiado tarde,
para que las palabras resurjan.
Y no lo hacen.
Pero me lo aseguré,
o eso creo.
Eso espero.
domingo, 25 de septiembre de 2011
Capítulo IV
Luego del sueño no pude volver a dormir. Me quedé despierto y preparé el desayuno. Seb acaba de despertar cuando alguien golpeó la puerta.
Era Bordelius que se dignaba a comenzar con nuestro pedido. Avaazó a través del umbral de la puerta mientras me pedía una taza de café.
-Toda investigación comienza con un interrogatorio -se excusó por la hora de su llegada, mientras todos se desperezaban.
Algunos permanecían aun en el sofá cuando el viejo preguntó, casi gritando:
-¿Quién fue el último que vio el dinero?
-Chuck, él tenía que guardarlo. Y cuidarlo supuestamente -dijo Jeff.
Chuck se paró enojado, con palabras que hacía tiempo guardaba: -¡Estoy harto de que me acusen!
Todos se sobresaltaron, excepto yo.
-Ya les dije que no la tengo y ni siquiera son capaces de confiar en mí -continúo Chuck.
Bordelius estudiaba cada uno de los gestos y miradas de la banda.
-Entonces, necesito ver la mochila -aclaró el investigador.
Sin pensarlo, Chuck le tiró la mochila en un ultimo gesto de enojo. Bordelius la vacío y revisó. Luego de un minucioso examen dijo: -No fue el joven.
-¡Al fin! -gritó Chuck y siguió- ¿Cómo lo supo?
Con una sonrisa burlona pidió la canción acordada a cambio de la pista.
Por un momento, todos dudamos y enseguida nos propusimos encontrar una canción rápidamente.
-Estoy seguro que debemos tocar algunas de las oldies. ¡Son de su época!- propuso David.
-No lo creo. Solamente hemos practicado de esas un par de veces- objetó Pierre.
-Entonces hagamos una de las nuestras -dije y, por primera vez, todos estuvieron de acuerdo.
Elegimos Anywhere else but here.
Pierre tomó el micrófono y sonriendo hacia la mochila se burló: -Para nuestro dinero que no está aquí ahora.
Todos rieron distendiendose. Bueno, casi todos. A mí el chiste no me cuasó gracia. Realmente hubiera querido estar donde mi sueño me colocó.
En ese momento, comenzamos el show y al terminar se notaba en nuestros rostros el nerviosismo por el veredicto final. Miramos de una vez al viejo, que frunció el ceño y dijo:
-Supongo que ese sentimiento es generalizado -abrimos los ojos bien grandes -Tiene mi aprobación.
Respiramos aliviados.
En cuestión de segundos, Bordelius nos hizo ver que una pequeña mancha asomaba de la mochila. Su explicación fue sencilla.
-Alguien fue a su festival y vio como Chuck colocaba el dinero en la mochila. Un alguien lo suficientemente ebrio para acercarse entre todos los presentes y extraer el dinero. Y lo suficientemente ebrio como para derramar una gota allí. Una gota de coñac. Una bebida para la cual no creo alcance la mesada del joven -rió.
Todos lo notamos allí. El sospechoso ahora podía ser cualquier persona que estuvo en nuestro concierto. Pero aún quedaba un largo camino por recorrer.
Era Bordelius que se dignaba a comenzar con nuestro pedido. Avaazó a través del umbral de la puerta mientras me pedía una taza de café.
-Toda investigación comienza con un interrogatorio -se excusó por la hora de su llegada, mientras todos se desperezaban.
Algunos permanecían aun en el sofá cuando el viejo preguntó, casi gritando:
-¿Quién fue el último que vio el dinero?
-Chuck, él tenía que guardarlo. Y cuidarlo supuestamente -dijo Jeff.
Chuck se paró enojado, con palabras que hacía tiempo guardaba: -¡Estoy harto de que me acusen!
Todos se sobresaltaron, excepto yo.
-Ya les dije que no la tengo y ni siquiera son capaces de confiar en mí -continúo Chuck.
Bordelius estudiaba cada uno de los gestos y miradas de la banda.
-Entonces, necesito ver la mochila -aclaró el investigador.
Sin pensarlo, Chuck le tiró la mochila en un ultimo gesto de enojo. Bordelius la vacío y revisó. Luego de un minucioso examen dijo: -No fue el joven.
-¡Al fin! -gritó Chuck y siguió- ¿Cómo lo supo?
Con una sonrisa burlona pidió la canción acordada a cambio de la pista.
Por un momento, todos dudamos y enseguida nos propusimos encontrar una canción rápidamente.
-Estoy seguro que debemos tocar algunas de las oldies. ¡Son de su época!- propuso David.
-No lo creo. Solamente hemos practicado de esas un par de veces- objetó Pierre.
-Entonces hagamos una de las nuestras -dije y, por primera vez, todos estuvieron de acuerdo.
Elegimos Anywhere else but here.
Pierre tomó el micrófono y sonriendo hacia la mochila se burló: -Para nuestro dinero que no está aquí ahora.
Todos rieron distendiendose. Bueno, casi todos. A mí el chiste no me cuasó gracia. Realmente hubiera querido estar donde mi sueño me colocó.
En ese momento, comenzamos el show y al terminar se notaba en nuestros rostros el nerviosismo por el veredicto final. Miramos de una vez al viejo, que frunció el ceño y dijo:
-Supongo que ese sentimiento es generalizado -abrimos los ojos bien grandes -Tiene mi aprobación.
Respiramos aliviados.
En cuestión de segundos, Bordelius nos hizo ver que una pequeña mancha asomaba de la mochila. Su explicación fue sencilla.
-Alguien fue a su festival y vio como Chuck colocaba el dinero en la mochila. Un alguien lo suficientemente ebrio para acercarse entre todos los presentes y extraer el dinero. Y lo suficientemente ebrio como para derramar una gota allí. Una gota de coñac. Una bebida para la cual no creo alcance la mesada del joven -rió.
Todos lo notamos allí. El sospechoso ahora podía ser cualquier persona que estuvo en nuestro concierto. Pero aún quedaba un largo camino por recorrer.
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sábado, 24 de septiembre de 2011
Sueño o realidad
¿Sueño o realidad?
¿Realidad o sueño?
Trucos de la imaginación
y en realidad, de la conciencia.
Rápido, más rápido.
Trato hecho.
Recuerdos de la conciencia.
Y en fin,
recuerdos de la imaginación.
¿Realidad o sueño?
Trucos de la imaginación
y en realidad, de la conciencia.
Rápido, más rápido.
Trato hecho.
Recuerdos de la conciencia.
Y en fin,
recuerdos de la imaginación.
lunes, 19 de septiembre de 2011
Good mood
Tan fantástico,
irreal.
Algo que no
creía lograr.
Un poco
difícil de creer.
Por primera vez,
nada al revés.
irreal.
Algo que no
creía lograr.
Un poco
difícil de creer.
Por primera vez,
nada al revés.
domingo, 18 de septiembre de 2011
Ecos del repique
Siendo cruel
en algunos aspectos.
Mas práctica y simple
en otros.
La muralla aún
sigue estando en pie
y el olvido tiene
su media falta.
"No pretender,
sólo sonreír", es la regla
de ese libro que tiene
unas cuantas hojas vacías.
Las campanas
quedan repicando
y se forma un eco,
inquebrantable.
Tanto, que no sabe su fin.
Tanto, que está fuera
de la razón.
en algunos aspectos.
Mas práctica y simple
en otros.
La muralla aún
sigue estando en pie
y el olvido tiene
su media falta.
"No pretender,
sólo sonreír", es la regla
de ese libro que tiene
unas cuantas hojas vacías.
Las campanas
quedan repicando
y se forma un eco,
inquebrantable.
Tanto, que no sabe su fin.
Tanto, que está fuera
de la razón.
viernes, 16 de septiembre de 2011
Capítulo III
Despedimos al viejo y nos marchamos en nuestra vieja van. Bordelius nos había dicho, antes de retirarnos, que empezaría nuestro trabajo por la mañana.
Fuimos a casa de Chuck. Entre charla y charla fuimos tomando. Poco a poco, nos fuimos olvidando los motivos de nuestros resquemores. Jeff tomó la guitarra y tocó. En sus acordes se sentía que volvíamos a ser la banda que soñamos.
Entre risas comenzamos a recordar anécdotas (aunque no somos demasiado viejos) de nuestros primeros momentos. Cuando Pierre olvidaba las letras, Seb haciendo tonterías, Chuck y su lado responsable, Jeff y sus caídas, David con sus chistes y yo sólo el teclista.
Al final, solo quedó David contando chistes. Fuimos cayéndonos dormidos todos en los sillones. Mientras un pie de Seb se me caía encima, me quedé dormido.
El resto, el sueño es lo que no me animé a contárselo a nadie.
Eran las nueve y media de la noche y era hora del show. Nos preparábamos detrás de escena mientras se ultimaban los últimos detalles.
-¡Buena suerte esta noche! -me dijo David- ¡Tu gran debut, eh! -lo miré sin entender. Sentía los gritos que se hacían cada vez más fuertes, haciendo oír nuestro nombre.
De un momento a otro, estaba en el escenario. No pude ver toda la gente, pero sentía que era mucha. Presión, presión, presión...la palabra me daba vueltas por la cabeza, me invadía. Tenía que cantar, pero no sabía qué.
Estaba parado delante, más bien en el medio, y sentí las sensaciones de la multitud. Estaba nervioso. Fue entonces cuando los chicos comenzaron con algunas nota y me encontré cantando "Under pressure" y ocupando el lugar de Pierre.
Canté hasta más no poder. A veces, recuerdo el sueño y dudo acerca de sí canté así por el sueño o porque realmente soy capaz de cantar así. Creo que bajo presión, uno es capaz de sacar lo mejor o lo peor de sí mismo... Cuando me dí vuelta al terminar la canción para sonreír a mis compañeros, desperté.
Creo que lo que no me gustaba, es que lo que había soñado me hacía pensar en los celos hacia Pierre.
Fuimos a casa de Chuck. Entre charla y charla fuimos tomando. Poco a poco, nos fuimos olvidando los motivos de nuestros resquemores. Jeff tomó la guitarra y tocó. En sus acordes se sentía que volvíamos a ser la banda que soñamos.
Entre risas comenzamos a recordar anécdotas (aunque no somos demasiado viejos) de nuestros primeros momentos. Cuando Pierre olvidaba las letras, Seb haciendo tonterías, Chuck y su lado responsable, Jeff y sus caídas, David con sus chistes y yo sólo el teclista.
Al final, solo quedó David contando chistes. Fuimos cayéndonos dormidos todos en los sillones. Mientras un pie de Seb se me caía encima, me quedé dormido.
El resto, el sueño es lo que no me animé a contárselo a nadie.
Eran las nueve y media de la noche y era hora del show. Nos preparábamos detrás de escena mientras se ultimaban los últimos detalles.
-¡Buena suerte esta noche! -me dijo David- ¡Tu gran debut, eh! -lo miré sin entender. Sentía los gritos que se hacían cada vez más fuertes, haciendo oír nuestro nombre.
De un momento a otro, estaba en el escenario. No pude ver toda la gente, pero sentía que era mucha. Presión, presión, presión...la palabra me daba vueltas por la cabeza, me invadía. Tenía que cantar, pero no sabía qué.
Estaba parado delante, más bien en el medio, y sentí las sensaciones de la multitud. Estaba nervioso. Fue entonces cuando los chicos comenzaron con algunas nota y me encontré cantando "Under pressure" y ocupando el lugar de Pierre.
Canté hasta más no poder. A veces, recuerdo el sueño y dudo acerca de sí canté así por el sueño o porque realmente soy capaz de cantar así. Creo que bajo presión, uno es capaz de sacar lo mejor o lo peor de sí mismo... Cuando me dí vuelta al terminar la canción para sonreír a mis compañeros, desperté.
Creo que lo que no me gustaba, es que lo que había soñado me hacía pensar en los celos hacia Pierre.
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martes, 13 de septiembre de 2011
Hogar, dulce hogar
El mundo sigue girando
y cambia.
Para bien o para mal.
Crecemos... crezco.
Pero éste será siempre mi refugio,
donde me siento segura,
donde nada ni nadie puede callarme,
donde no necesito documentos,
donde guardo lindos recuerdos,
donde mi imaginación vuela
y me aleja de la tantas veces
cruel realidad.
¿Qué será del día en que
deba separarme de esta "magia"?
De la que me hizo sentir mejor
cuando creía todo perdido.
Y espero que esté aquí
por siempre,
aunque esa sea una palabra
muy grande.
Espero que así como me ayudó,
pueda ayudarla,
sin importar que para los demás
sea sólo una vieja casa.
Hogar, dulce hogar.
¿Qué será el día de mañana?
y cambia.
Para bien o para mal.
Crecemos... crezco.
Pero éste será siempre mi refugio,
donde me siento segura,
donde nada ni nadie puede callarme,
donde no necesito documentos,
donde guardo lindos recuerdos,
donde mi imaginación vuela
y me aleja de la tantas veces
cruel realidad.
¿Qué será del día en que
deba separarme de esta "magia"?
De la que me hizo sentir mejor
cuando creía todo perdido.
Y espero que esté aquí
por siempre,
aunque esa sea una palabra
muy grande.
Espero que así como me ayudó,
pueda ayudarla,
sin importar que para los demás
sea sólo una vieja casa.
Hogar, dulce hogar.
¿Qué será el día de mañana?
sábado, 10 de septiembre de 2011
Nuevo comienzo
Cerrá tu boca
hasta no poder más.
Abrí tu mente
y la imaginación usá.
Más allá de todo,
no empieces a dudar.
Que todo fluya,
sin un segundo respirar.
La habitación vacía
y no queda nadie,
ésto es parte de un comienzo,
de una nueva fase.
hasta no poder más.
Abrí tu mente
y la imaginación usá.
Más allá de todo,
no empieces a dudar.
Que todo fluya,
sin un segundo respirar.
La habitación vacía
y no queda nadie,
ésto es parte de un comienzo,
de una nueva fase.
Capítulo II
Bordelius vivía en una casa de grandes dimensiones. Una casa que lo alejaba aún más de la realidad.
Nadie se animaba, así que terminó golpeando Pierre.
-Ahora creo que es mala idea -se arrepintió Jeff - Podemos solucionarlo solos. ¿Y si el viejo no hace más que sacarnos plata?
-¿Podés callarte un poco? -salté yo, pero no malintencionadamente. Por sus caras, el resto me lo agradeció, riendo.
Eso era lo que incomodaba del grupo, terminar teniendo que decir siempre lo que todos pensaban. Con una cara sin lavar y olor a café salió el viejo.
-Buenas tardes, Señor Bordelius -empezó a hablar Chuck- Mi nombre es Chuck, y estos son mis compañeros de banda-señaló con su mano al resto- Nos llamamos Simple Plan.- El hombre seguía parado sin inmutarse.-Necesitamos de su ayuda.
Levantó una ceja y los invitó a pasar.
La casa estaba llena de objetos algo viejos. Pero estaba más limpía de lo que imaginaban. Mientras el resto relojeaba el lugar, Pierre le comentó su problema. Estaba a punto de consultar por sus honorarios cuando David vió el afiche de Pink Floyd que presidía la sala.
-¡Wow! -dijo mientras llamaba a Seb.
Todos apreciaron el viajo afiche con cierta admiración. Fue entonces que el viejo al fin habló...
-Yo hallo el dinero. Pero a cambio quiero que por cada pista que encuentre, interpreten una canción. En caso de que me guste, seguiré investigando. De lo contrario, caso cerrado.
Todos abrieron grandes los ojos al escuchar el trato del hombre. De todas formas, antes las circunstancias que enfrentaban parecía fácil (aunque no tanto). Pierre tomó la palabra, como vocero de su grupo:
-Ok, entonces así será -se dieron la mano y el acuerdo quedó pactado.
Al saludar para irse, Chuck le dijo al oído: -¿En serio no necesitas o querés plata?
Bordelius rió, y con una voz rasposa respondió... "Joven, a mi edad lo único que se quiere es música para seguir viviendo".
Nadie se animaba, así que terminó golpeando Pierre.
-Ahora creo que es mala idea -se arrepintió Jeff - Podemos solucionarlo solos. ¿Y si el viejo no hace más que sacarnos plata?
-¿Podés callarte un poco? -salté yo, pero no malintencionadamente. Por sus caras, el resto me lo agradeció, riendo.
Eso era lo que incomodaba del grupo, terminar teniendo que decir siempre lo que todos pensaban. Con una cara sin lavar y olor a café salió el viejo.
-Buenas tardes, Señor Bordelius -empezó a hablar Chuck- Mi nombre es Chuck, y estos son mis compañeros de banda-señaló con su mano al resto- Nos llamamos Simple Plan.- El hombre seguía parado sin inmutarse.-Necesitamos de su ayuda.
Levantó una ceja y los invitó a pasar.
La casa estaba llena de objetos algo viejos. Pero estaba más limpía de lo que imaginaban. Mientras el resto relojeaba el lugar, Pierre le comentó su problema. Estaba a punto de consultar por sus honorarios cuando David vió el afiche de Pink Floyd que presidía la sala.
-¡Wow! -dijo mientras llamaba a Seb.
Todos apreciaron el viajo afiche con cierta admiración. Fue entonces que el viejo al fin habló...
-Yo hallo el dinero. Pero a cambio quiero que por cada pista que encuentre, interpreten una canción. En caso de que me guste, seguiré investigando. De lo contrario, caso cerrado.
Todos abrieron grandes los ojos al escuchar el trato del hombre. De todas formas, antes las circunstancias que enfrentaban parecía fácil (aunque no tanto). Pierre tomó la palabra, como vocero de su grupo:
-Ok, entonces así será -se dieron la mano y el acuerdo quedó pactado.
Al saludar para irse, Chuck le dijo al oído: -¿En serio no necesitas o querés plata?
Bordelius rió, y con una voz rasposa respondió... "Joven, a mi edad lo único que se quiere es música para seguir viviendo".
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jueves, 8 de septiembre de 2011
El principio del fin
La paciencia se acaba,
el descontrol comienza
a apoderarse de la situación
y en ese ambiente
se genera la tensión.
La catarsis se hace notar,
mientras reina el silencio
y sólo pocas voces se oyen,
desesperadas por ser escuchadas.
No se soporta más.
No se aguanta más.
No se entiende más.
Y lo que solía darse por sabido,
ahora se cuestiona.
¿Consecuencias?
Millones que se me ocurren,
en parte necesarias.
En parte sólo fruto del agotamiento.
Todo cambia,
se reconstruye,
todo se piensa otra vez.
Y se busca una solución.
Millones que se me ocurren.
Bah, en realidad,
demasiado pocas.
El principio del fin.
el descontrol comienza
a apoderarse de la situación
y en ese ambiente
se genera la tensión.
La catarsis se hace notar,
mientras reina el silencio
y sólo pocas voces se oyen,
desesperadas por ser escuchadas.
No se soporta más.
No se aguanta más.
No se entiende más.
Y lo que solía darse por sabido,
ahora se cuestiona.
¿Consecuencias?
Millones que se me ocurren,
en parte necesarias.
En parte sólo fruto del agotamiento.
Todo cambia,
se reconstruye,
todo se piensa otra vez.
Y se busca una solución.
Millones que se me ocurren.
Bah, en realidad,
demasiado pocas.
El principio del fin.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
La nuit du chasseur
Comienzo de días de primavera.
Paciencia, charlas, normalidad.
Este rascacielos se derrumba
y mis ojos se inundan
como un barco a la deriva.
Un ataque sin previo aviso
y dos mundos al chocar.
Y siempre lo corriente,
lo que era de esperar.
Tan sólo lo común.
Una avalancha de angustia,
dolor y desilusión.
Lo que era de esperar.
No es el final,
es el principio de algo.
El día el que tu frente
dé contra el piso no está lejos,
y ni siquiera cerca.
A lo lejos observo y callo,
paciencia, charlas, normalidad.
Pero algo ha cambiado.
Sólo debes abrir un poco los ojos.
Paciencia, charlas, normalidad.
Este rascacielos se derrumba
y mis ojos se inundan
como un barco a la deriva.
Un ataque sin previo aviso
y dos mundos al chocar.
Y siempre lo corriente,
lo que era de esperar.
Tan sólo lo común.
Una avalancha de angustia,
dolor y desilusión.
Lo que era de esperar.
No es el final,
es el principio de algo.
El día el que tu frente
dé contra el piso no está lejos,
y ni siquiera cerca.
A lo lejos observo y callo,
paciencia, charlas, normalidad.
Pero algo ha cambiado.
Sólo debes abrir un poco los ojos.
Lonely people
Gente que nace, que come,
que duerme.
Gente que crece, que sueña,
que sonríe.
Gente que canta, que baila,
que actúa.
Gente que calla, que protesta,
que reclama.
Gente que lucha, que llora,
que pelea.
Gente que salva a otra gente,
que la consuela,
que le da esperanza.
Gente que busca, que encuentra,
que pierde.
Gente que gana, que triunfa,
que no merece.
Gente que intenta, que se da por vencida,
que no consigue.
Gente que simplemente vive,
que existe, que sigue adelante.
Tan sólo gente para algunos,
mucho más para otros.
Aún así cada "gente" es diferente.
Cada gente siente.
Cada gente ve.
La gente odia, no gusta
y, por sobre todo,
la gente AMA.
Porque esa es parte
de su esencia.
que duerme.
Gente que crece, que sueña,
que sonríe.
Gente que canta, que baila,
que actúa.
Gente que calla, que protesta,
que reclama.
Gente que lucha, que llora,
que pelea.
Gente que salva a otra gente,
que la consuela,
que le da esperanza.
Gente que busca, que encuentra,
que pierde.
Gente que gana, que triunfa,
que no merece.
Gente que intenta, que se da por vencida,
que no consigue.
Gente que simplemente vive,
que existe, que sigue adelante.
Tan sólo gente para algunos,
mucho más para otros.
Aún así cada "gente" es diferente.
Cada gente siente.
Cada gente ve.
La gente odia, no gusta
y, por sobre todo,
la gente AMA.
Porque esa es parte
de su esencia.
sábado, 3 de septiembre de 2011
Sábado por la noche
Colapso nervioso
y sensaciones a punto de explotar.
No importa una mierda.
Un día siento el sinfín de posibilidades
a presentarse frente a mi camino
y al otro
todo sólo se desmorona.
Y se reduce a un solo momento.
Como si el resto
simplemente desapareciera.
Como si fuese mi compañía
el resto de lo que dura
que una montaña se mueva.
Y estalla,
todo estalla,
sin entender por qué.
ni saber de qué se trata.
Sólo se me ocurre
tomar lápiz y papel
y pensar que así todo estará bien.
Y no sé si así será.
Nuestro futuro es incierto
así como el mantenimiento
de mis inagotables esperanzas
como base de mi mundo.
Todo estará bien.
Todo estará bien.
Lo que queda es esperar,
y esperar
¿Quién sabe?
Tal vez algún día todo acabe,
porque así será.
Y todo estará bien.
y sensaciones a punto de explotar.
No importa una mierda.
Un día siento el sinfín de posibilidades
a presentarse frente a mi camino
y al otro
todo sólo se desmorona.
Y se reduce a un solo momento.
Como si el resto
simplemente desapareciera.
Como si fuese mi compañía
el resto de lo que dura
que una montaña se mueva.
Y estalla,
todo estalla,
sin entender por qué.
ni saber de qué se trata.
Sólo se me ocurre
tomar lápiz y papel
y pensar que así todo estará bien.
Y no sé si así será.
Nuestro futuro es incierto
así como el mantenimiento
de mis inagotables esperanzas
como base de mi mundo.
Todo estará bien.
Todo estará bien.
Lo que queda es esperar,
y esperar
¿Quién sabe?
Tal vez algún día todo acabe,
porque así será.
Y todo estará bien.
viernes, 2 de septiembre de 2011
Capítulo I
Fría tarde de invierno, justo al caer el atardecer. En la computadora sonaba una canción antes de que llegara la hora y mi mente viajaba por los lugares más inesperados. Mientras, el reloj incesantemente movía sus agujas sin detenerse. Tomé la campera y la bufanda y me fui: Había algo importante que hablar. Algo que no podía aguardar a la mañana siguiente o la próxima semana.
Los galpones del viejo ferrocarril era el escenario neutral donde estaban todos, los seis miembros de la banda. Un sueño que había comenzado hace algún tiempo atrás y ahora se hacía realidad. Pero aún así, quedaba esta charla pendiente. ¿Se pierden los sueños cuando se los quiere hacer realidad? Si no son sueños, ¿qué son?
Al llegar, el ambiente era de risas y comentarios divertidos pero sabía que no se mantendría así por mucho tiempo.
El primero en hablar fue Pierre. Quiso decir algo sobre que últimamente ya no eran los mismos, que su música ya no parecía sacada del alma. Seb fue quien tomó la palabra, iniciando así un debate entre todos. Viejas cuentas eran pasadas: ¿Qué había pasado con la plata del último recital? ¿Y con lo del contrato?
Pero como David no era fanático de las peleas (y se estaba generando una) buscó una solución conveniente para todos:
-¿Por qué no contratamos a alguien que investigue?
Todos rieron al primer momento, pero inmediatamente después se dieron cuenta de que era una buena idea.
-¿Un investigador? -repitió Seb, aún sin entender demasiado - ¿Y de dónde piensan que vamos a sacar la plata para pagarle si eso es justamente lo que nos falta?
Y ahí estaba yo, con mi cara de Ted. Se suponía que tenía que decir algo y lo dije...
-Le damos parte de la plata que encuentre.
De inmediato todos me miraron, fusilándome con sus ojos, pero ¡algo había que hacer!
-¿Entonces, de dónde sacamos un investigador en este pueblo de porquería? -exclamó Jeff.
Chuck se acordó del viejo Bordelius. Un policía jubilado hacia años que tenía fama de buen investigador. Así que a él recurrieron.
Los galpones del viejo ferrocarril era el escenario neutral donde estaban todos, los seis miembros de la banda. Un sueño que había comenzado hace algún tiempo atrás y ahora se hacía realidad. Pero aún así, quedaba esta charla pendiente. ¿Se pierden los sueños cuando se los quiere hacer realidad? Si no son sueños, ¿qué son?
Al llegar, el ambiente era de risas y comentarios divertidos pero sabía que no se mantendría así por mucho tiempo.
El primero en hablar fue Pierre. Quiso decir algo sobre que últimamente ya no eran los mismos, que su música ya no parecía sacada del alma. Seb fue quien tomó la palabra, iniciando así un debate entre todos. Viejas cuentas eran pasadas: ¿Qué había pasado con la plata del último recital? ¿Y con lo del contrato?
Pero como David no era fanático de las peleas (y se estaba generando una) buscó una solución conveniente para todos:
-¿Por qué no contratamos a alguien que investigue?
Todos rieron al primer momento, pero inmediatamente después se dieron cuenta de que era una buena idea.
-¿Un investigador? -repitió Seb, aún sin entender demasiado - ¿Y de dónde piensan que vamos a sacar la plata para pagarle si eso es justamente lo que nos falta?
Y ahí estaba yo, con mi cara de Ted. Se suponía que tenía que decir algo y lo dije...
-Le damos parte de la plata que encuentre.
De inmediato todos me miraron, fusilándome con sus ojos, pero ¡algo había que hacer!
-¿Entonces, de dónde sacamos un investigador en este pueblo de porquería? -exclamó Jeff.
Chuck se acordó del viejo Bordelius. Un policía jubilado hacia años que tenía fama de buen investigador. Así que a él recurrieron.
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miércoles, 31 de agosto de 2011
Despertar
El cielo, oscuro. Oscuro como esos días de invierno en que el bosque de los pensamientos parece caer en una infinidad de telarañas. Solitarias las calles, intranquilas las almas que escondidas se ven detrás de la infinidad de postigos que puedo divisar, a pesar del miedo de escapar del lugar en donde me encuentro. Hogar, dulce hogar. En realidad, dulce para nada. No, en estos día no está dulce, ni paciente. Devastado hacia donde mires, pero sin cambiar demasiado sus estructuras. Y aún el cielo está oscuro, y por momentos de de tonos naranjas. Ni siquiera sé cómo llegó hasta acá.
-Creo que tenemos que irnos ahora.- me dijo sin pensar demasiado, pero con tono un poco preocupado. No entendí si la razón era nuestro entorno, o si sólo quería salir de allí. No lo ví venir, no sé cómo demonios apareció acá, solamente lo hizo.-¡Ey! Va en serio. Tenemos que salir.-asentí ante la afirmación de Brendon, que no hacía más que asustarme.- Ahora voy a buscarla.
¿Buscar qué? No entendí nada ni sé qué está pasando. Creo que mi confusión en estos momentos no tiene límite. Me quedé paralizada y en segundo Allison apareció de la misma manera en que Brendon se había presentado. Y justamente detrás de ella, él regresó. ¿Qué? ¿Tan rápido?. Aún sigo en la Luna.
Um... ¿Y quién apareció después? Valerie. Toda tan misteriosamente que me daba miedo y estaba al borde de la locura. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? OK. Sigamos entonces, porque ésto es patéticamente confuso.
Llegó Brendon con un muy "elegante" vehículo, para las circunstancias en las que nos encontrábamos. Y no estaba solo, pero el resto de las personas son demasiado secundarias para describirlas. Valerie y Allison ingresaron, y entre ellos hablaron de algo. No tengo ni la más mínima idea de qué. Sólo sé que después de eso y muy rápidamente, ambas echaron a correr sobre la calle muy desquiciadamente. Quedé atónita. Demasiado. Se estaba volviendo todo muy raro, pero seguí parada unos segundos.
-¡Ey, vamos a buscarlas ahora!- pudo decir Emily, que ¡oh, sorpresa!, ya no me sorprendía de la forma en que todos parecían mostrarse en escena. No tuve más remedio que ir con ella, muy intranquila, calle arriba, y encontrar a las escapistas. Pero no pudimos conseguir ir más allá de la primera esquina, que en esos momentos parecían ser distancias muy separadas, aunque no lo fuesen. Emily, vio algo, que obviamente yo no, y sólo me empujó a retornar al lugar de donde partimos, sin darme motivos ni explicaciones.
-¡Rápido, rápido!- sólo dijo y confiando en ella, aterrorizada por lo que pudiese ser, corrimos como si fuese una de esas maratones en las que nunca participé.
Cuando llegamos, los acompañantes de Brendon ya no estaban. Habían desaparecido mágicamente, repentinamente, sin saber a dónde fueron, sin que él les diera importancia y sin explicarnos nada, aunque Emily parecía menos impresionada de lo que me encontraba yo. Sin dar señal alguna, nos unimos a él en el vehículo, todo tan vertiginosamente que parecía poco real, no estaba pasando.
Al cerrar la puerta, parecí despertarme.
Mi hogar, dulce hogar. En realidad, dulce para nada. Me hallé dentro de él, pero ahora no tan sorprendida como en mi primera parte de lo que parecía una fantasía. Mi mamé estaba cerca mío. La cocina estaba intacta, tal y como la recordaba, sin cambios. Pero el ambiente fuera de allí seguía siendo el mismo. Miles de imágenes de mi supuesta "vida pasada" formaban un vértigo en mi cabeza, que trataba de hacer encajar cada pieza del rompecabezas, aunque no pudiese.
Trataba de aferrarme a ella, aunque no sientese siquiera la mitad de lo que mi cuerpo trasmitía. Sus ojos seguían calmos y serenos, sin inquietarse. Pensé en un momento que podía llegar a ser para protegerme, que todo estuviese bien no era una posibilidad, pero aún así trataba de hacer lo mejor. En otro instante, creí que ella no comprendía la situación, estaba ensimismada en su mundo, pero sin desconectarse demasiado de mis sentimientos. Era todo lo que allí podía tener. Quería abrazarla y no soltarla. NO.
Desde el principio todo había sido una locura, y con eso que me transmitía pude al fin tranquilizarme un poco.
Sentí pasos. No de una, ni dos, ni tres personas. Una tropa que marchaban al paso. Algo como militares, Sí, militares. ¿Qué? ¿Militares? Ésto es el siglo XXI, ¿no? No lo sé. No aún un puto calendario, no tengo teléfono, no se me cruzó por la mente pensar en la fecha, ni la hora, ni nada que estuviese relacionado a otra cosa que no fuese el temor que me rodeaba. Varios, varios militares que ingresaron sin permiso alguno al garage de la casa. Mi casa. Esa en donde me crié, y vi la vida pasar en un microsegundo.
La cocina estaba justo al lado del garage, y las persianas no se encontraban lo suficientemente bajas como para no verlos. Tenían armas, vestían de verde. Botas, cascos. ¡Qué mierda hacen acá! No interesa. Sé lo que van a hacer, porque vi que dieron media vuelta, enfrentando la pared. No usurparon dentro de la habitación. Permanecieron afuera.
Sólo tendí a reaccionar huyendo de allí, pero persistiendo dentro. No sé cómo.
-¡Mamá, dale!-grité, sin pensar que podían escucharme y sin interesarme en ello.-¡Vení!-insistí otra vez, mientras que a través de la ventana varios ojos, esos temerosos ojos, se posaron en nosotras. Me escondí detrás de un mueble, tratando de hacer que ella entrara en reacción, pero nada sucedió. Se quedó parada, tal y como se había conservado los últimos minutos, incluso antes de la irrupción.
Temblaba, quería gritar, escapar. No podía salir de allí. Era demasiado tarde. Nada por hacer, ni decir, ni sentir. Nada. Era ese momento que se hacía eterno. Me acurruqué, tapando mis oídos, por no estar preparada para lo que siguiese. Cobarde, cobarde, cobarde. ¿Qué sigue ahora?
¡DESPERTATE YA!, obligué a mi mente a decir y hacer. No quería. HACELO AHORA. ¿Qué?
Estrepitosamente, desperté, tratando de mantener mis ojos abiertos para no caer en esa brutal pesadilla otra vez. No quería. Me exigí para que sucediera, porque tuve la sensación de estar viviéndolo. No podía pensar en otra cosa. No quería. Parecía tan real y fantástico a la vez. No me imaginé otra cosa. NO.
Mi mente me había dejado en un sinfín de laberintos que no podía resolver. Me encontraba allí, perdida entre la niebla, sin entender absolutamente nada. ¿Cómo lo hice? ¿Cómo desperté? ¿Tan aterrorizaba estaba que llegué al punto de lograr lo que quería? Una vez más: despertar.
Inspirado en el siguiente texto: The boy with the green eyes. de Connor Jessup.
-Creo que tenemos que irnos ahora.- me dijo sin pensar demasiado, pero con tono un poco preocupado. No entendí si la razón era nuestro entorno, o si sólo quería salir de allí. No lo ví venir, no sé cómo demonios apareció acá, solamente lo hizo.-¡Ey! Va en serio. Tenemos que salir.-asentí ante la afirmación de Brendon, que no hacía más que asustarme.- Ahora voy a buscarla.
¿Buscar qué? No entendí nada ni sé qué está pasando. Creo que mi confusión en estos momentos no tiene límite. Me quedé paralizada y en segundo Allison apareció de la misma manera en que Brendon se había presentado. Y justamente detrás de ella, él regresó. ¿Qué? ¿Tan rápido?. Aún sigo en la Luna.
Um... ¿Y quién apareció después? Valerie. Toda tan misteriosamente que me daba miedo y estaba al borde de la locura. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué? OK. Sigamos entonces, porque ésto es patéticamente confuso.
Llegó Brendon con un muy "elegante" vehículo, para las circunstancias en las que nos encontrábamos. Y no estaba solo, pero el resto de las personas son demasiado secundarias para describirlas. Valerie y Allison ingresaron, y entre ellos hablaron de algo. No tengo ni la más mínima idea de qué. Sólo sé que después de eso y muy rápidamente, ambas echaron a correr sobre la calle muy desquiciadamente. Quedé atónita. Demasiado. Se estaba volviendo todo muy raro, pero seguí parada unos segundos.
-¡Ey, vamos a buscarlas ahora!- pudo decir Emily, que ¡oh, sorpresa!, ya no me sorprendía de la forma en que todos parecían mostrarse en escena. No tuve más remedio que ir con ella, muy intranquila, calle arriba, y encontrar a las escapistas. Pero no pudimos conseguir ir más allá de la primera esquina, que en esos momentos parecían ser distancias muy separadas, aunque no lo fuesen. Emily, vio algo, que obviamente yo no, y sólo me empujó a retornar al lugar de donde partimos, sin darme motivos ni explicaciones.
-¡Rápido, rápido!- sólo dijo y confiando en ella, aterrorizada por lo que pudiese ser, corrimos como si fuese una de esas maratones en las que nunca participé.
Cuando llegamos, los acompañantes de Brendon ya no estaban. Habían desaparecido mágicamente, repentinamente, sin saber a dónde fueron, sin que él les diera importancia y sin explicarnos nada, aunque Emily parecía menos impresionada de lo que me encontraba yo. Sin dar señal alguna, nos unimos a él en el vehículo, todo tan vertiginosamente que parecía poco real, no estaba pasando.
Al cerrar la puerta, parecí despertarme.
Mi hogar, dulce hogar. En realidad, dulce para nada. Me hallé dentro de él, pero ahora no tan sorprendida como en mi primera parte de lo que parecía una fantasía. Mi mamé estaba cerca mío. La cocina estaba intacta, tal y como la recordaba, sin cambios. Pero el ambiente fuera de allí seguía siendo el mismo. Miles de imágenes de mi supuesta "vida pasada" formaban un vértigo en mi cabeza, que trataba de hacer encajar cada pieza del rompecabezas, aunque no pudiese.
Trataba de aferrarme a ella, aunque no sientese siquiera la mitad de lo que mi cuerpo trasmitía. Sus ojos seguían calmos y serenos, sin inquietarse. Pensé en un momento que podía llegar a ser para protegerme, que todo estuviese bien no era una posibilidad, pero aún así trataba de hacer lo mejor. En otro instante, creí que ella no comprendía la situación, estaba ensimismada en su mundo, pero sin desconectarse demasiado de mis sentimientos. Era todo lo que allí podía tener. Quería abrazarla y no soltarla. NO.
Desde el principio todo había sido una locura, y con eso que me transmitía pude al fin tranquilizarme un poco.
Sentí pasos. No de una, ni dos, ni tres personas. Una tropa que marchaban al paso. Algo como militares, Sí, militares. ¿Qué? ¿Militares? Ésto es el siglo XXI, ¿no? No lo sé. No aún un puto calendario, no tengo teléfono, no se me cruzó por la mente pensar en la fecha, ni la hora, ni nada que estuviese relacionado a otra cosa que no fuese el temor que me rodeaba. Varios, varios militares que ingresaron sin permiso alguno al garage de la casa. Mi casa. Esa en donde me crié, y vi la vida pasar en un microsegundo.
La cocina estaba justo al lado del garage, y las persianas no se encontraban lo suficientemente bajas como para no verlos. Tenían armas, vestían de verde. Botas, cascos. ¡Qué mierda hacen acá! No interesa. Sé lo que van a hacer, porque vi que dieron media vuelta, enfrentando la pared. No usurparon dentro de la habitación. Permanecieron afuera.
Sólo tendí a reaccionar huyendo de allí, pero persistiendo dentro. No sé cómo.
-¡Mamá, dale!-grité, sin pensar que podían escucharme y sin interesarme en ello.-¡Vení!-insistí otra vez, mientras que a través de la ventana varios ojos, esos temerosos ojos, se posaron en nosotras. Me escondí detrás de un mueble, tratando de hacer que ella entrara en reacción, pero nada sucedió. Se quedó parada, tal y como se había conservado los últimos minutos, incluso antes de la irrupción.
Temblaba, quería gritar, escapar. No podía salir de allí. Era demasiado tarde. Nada por hacer, ni decir, ni sentir. Nada. Era ese momento que se hacía eterno. Me acurruqué, tapando mis oídos, por no estar preparada para lo que siguiese. Cobarde, cobarde, cobarde. ¿Qué sigue ahora?
¡DESPERTATE YA!, obligué a mi mente a decir y hacer. No quería. HACELO AHORA. ¿Qué?
Estrepitosamente, desperté, tratando de mantener mis ojos abiertos para no caer en esa brutal pesadilla otra vez. No quería. Me exigí para que sucediera, porque tuve la sensación de estar viviéndolo. No podía pensar en otra cosa. No quería. Parecía tan real y fantástico a la vez. No me imaginé otra cosa. NO.
Mi mente me había dejado en un sinfín de laberintos que no podía resolver. Me encontraba allí, perdida entre la niebla, sin entender absolutamente nada. ¿Cómo lo hice? ¿Cómo desperté? ¿Tan aterrorizaba estaba que llegué al punto de lograr lo que quería? Una vez más: despertar.
Inspirado en el siguiente texto: The boy with the green eyes. de Connor Jessup.
martes, 30 de agosto de 2011
Exigencia
Exigencia, maldita exigencia.
La madre de los defectos,
el principio de los problemas,
la solución al éxito,
la base que escasea
en los minutos del día.
La presión de los talentosos,
el precipicio de los vagos.
Exigencia:
cuando desapareces,
el mundo puede desmoronarse
o llegar a un caos.
Por el contrario,
puedes sentir la libertad.
Exigencia,
mañana nos vemos otra vez.
La madre de los defectos,
el principio de los problemas,
la solución al éxito,
la base que escasea
en los minutos del día.
La presión de los talentosos,
el precipicio de los vagos.
Exigencia:
cuando desapareces,
el mundo puede desmoronarse
o llegar a un caos.
Por el contrario,
puedes sentir la libertad.
Exigencia,
mañana nos vemos otra vez.
lunes, 29 de agosto de 2011
Alrededor del mundo
Alegría una vez más
y esa mezcla de circo
que continúa cuando
la función se termina.
Viajes alrededor del mundo
y un millón
de fantasías inimaginables
por descubrir,
sin siquiera un hilo de pensar
ni pesar
entre ellas.
Melodías burlescas
ya entrada la noche,
y miles de reflectores
que se encienden.
¿No sería increíble
vivirlo cada día?
¿No sería extraordinario
sentirlo al cerrar los ojos?
y esa mezcla de circo
que continúa cuando
la función se termina.
Viajes alrededor del mundo
y un millón
de fantasías inimaginables
por descubrir,
sin siquiera un hilo de pensar
ni pesar
entre ellas.
Melodías burlescas
ya entrada la noche,
y miles de reflectores
que se encienden.
¿No sería increíble
vivirlo cada día?
¿No sería extraordinario
sentirlo al cerrar los ojos?
sábado, 27 de agosto de 2011
Muñeco de porcelana
Muñeco de porcelana.
Frío por dentro,
pero suave de todos modos.
Quieres tenerlo:
a veces es fácil,
otras no tanto.
Muñeco de porcelana.
Frágil como el cristal
de la noche,
que inconsciente,
regala su brillar.
¿No entiendes
su sencilla y pura estrategia?
Un juego de ajedrez
sin terminar,
viejo y olvidado.
Muñeco de porcelana.
Frío por dentro,
pero suave de todos modos.
Quieres tenerlo:
a veces es fácil,
otras no tanto.
Muñeco de porcelana.
Frágil como el cristal
de la noche,
que inconsciente,
regala su brillar.
¿No entiendes
su sencilla y pura estrategia?
Un juego de ajedrez
sin terminar,
viejo y olvidado.
Muñeco de porcelana.
viernes, 26 de agosto de 2011
Silenciosa un día llegó
Silenciosa un día llegó,
al atardecer.
Deambulando por las calles,
buscando un querer.
Mil voces secretean
al verla pasar,
ninguna se acerca
a saber si algo anda mal.
Aún así
continúa su recorrido,
escondiendo en su alma
algún gemido.
Observo desde lejos
y no lo puedo evitar.
¿Puede alguien sacarla
de esa oscuridad?
al atardecer.
Deambulando por las calles,
buscando un querer.
Mil voces secretean
al verla pasar,
ninguna se acerca
a saber si algo anda mal.
Aún así
continúa su recorrido,
escondiendo en su alma
algún gemido.
Observo desde lejos
y no lo puedo evitar.
¿Puede alguien sacarla
de esa oscuridad?
jueves, 25 de agosto de 2011
Como cuchillos
Las palabras cortan
como el más filoso de los cuchillos.
Esas palabras.
Dolorosas, cortas,
pero inminentes palabras.
Dichas sólo por un desliz,
pero que te dan
como una puñalada.
Sin medir, sin pensar.
Y se vuelven contra vos,
y te volvés contra el mundo.
El mundo no se detiene,
pero las palabras te paralizan.
Es imposible saber cuándo vendrán,
o cuándo se irá.
Si es que alguna vez lo hará.
Porque esas palabras me cortaron,
y dolieron.
Las sentí.
Y la impotencia dominó.
La rabia. El dolor.
Pero alguna vez si irán,
si es que alguna vez lo harán.
Ellas te paralizan,
como nadie lo hace.
Se vuelven contra vos,
y te dejan sin fuerzas,
sin ganas.
como el más filoso de los cuchillos.
Esas palabras.
Dolorosas, cortas,
pero inminentes palabras.
Dichas sólo por un desliz,
pero que te dan
como una puñalada.
Sin medir, sin pensar.
Y se vuelven contra vos,
y te volvés contra el mundo.
El mundo no se detiene,
pero las palabras te paralizan.
Es imposible saber cuándo vendrán,
o cuándo se irá.
Si es que alguna vez lo hará.
Porque esas palabras me cortaron,
y dolieron.
Las sentí.
Y la impotencia dominó.
La rabia. El dolor.
Pero alguna vez si irán,
si es que alguna vez lo harán.
Ellas te paralizan,
como nadie lo hace.
Se vuelven contra vos,
y te dejan sin fuerzas,
sin ganas.
Durará por siempre
Rompe aguas en el mar
y dime si algo se le asemeja.
El viento tan embravecido
ya no considera lo mismo,
a menos que pienses
en su esplendor.
Cielo de atardecer,
explosión de aves.
Espero nunca se desvanezca.
Una escapada
del mundo real.
Anticipación a la belleza
del por siempre.
y dime si algo se le asemeja.
El viento tan embravecido
ya no considera lo mismo,
a menos que pienses
en su esplendor.
Cielo de atardecer,
explosión de aves.
Espero nunca se desvanezca.
Una escapada
del mundo real.
Anticipación a la belleza
del por siempre.
miércoles, 24 de agosto de 2011
El cielo es el límite
Caleidoscopio de colores.
Caleidoscopio de emociones.
Salpicón de verano.
¿A dónde va
toda esa imaginación
que de niños nos atacó
y ahora parece un desierto
en medio de tanta reconstrucción?
Vida mía,
no le temas a la oscuridad,
el borde de los sentimientos
no tiene límite.
El cielo es el límite,
el suelo es nuestro colchón
demasiado poco reconfortante.
No huyas a los deseos
de una nube mejor.
Hazlos elevarse
hasta el punto de nunca jamás.
(Si es que existe)
Caleidoscopio de emociones.
Salpicón de verano.
¿A dónde va
toda esa imaginación
que de niños nos atacó
y ahora parece un desierto
en medio de tanta reconstrucción?
Vida mía,
no le temas a la oscuridad,
el borde de los sentimientos
no tiene límite.
El cielo es el límite,
el suelo es nuestro colchón
demasiado poco reconfortante.
No huyas a los deseos
de una nube mejor.
Hazlos elevarse
hasta el punto de nunca jamás.
(Si es que existe)
martes, 23 de agosto de 2011
Este mundo
Desolados rincones
de este lugar,
¿en qué se han convertido?
Solamente
otras pisadas
que esa difuminada figura
fue dejando
al pasar por mi destrozado
corazón.
Ya las canciones
se han cantado,
las poesías recitado,
los árboles perdido
sus hojas.
Y no volviste.
La intriga está plantada
justo al frente de mi puerta,
tras los vestigios
de este mundo.
de este lugar,
¿en qué se han convertido?
Solamente
otras pisadas
que esa difuminada figura
fue dejando
al pasar por mi destrozado
corazón.
Ya las canciones
se han cantado,
las poesías recitado,
los árboles perdido
sus hojas.
Y no volviste.
La intriga está plantada
justo al frente de mi puerta,
tras los vestigios
de este mundo.
lunes, 22 de agosto de 2011
Combatientes del alma
Silenciosas almas
que se abren camino,
despejando el frío que las cobija,
sin dejar la lucha de lado.
Soñadores combatientes oprimidos,
en cuya mente aún resuena
ese incomparable gemido.
El zumbido de la codicia
del hombre no cesa, no,
porque no es capaz.
¡Y qué a de ser de aquellos
que un día pelearon
por una victoria
y ahora, por su memoria!
que se abren camino,
despejando el frío que las cobija,
sin dejar la lucha de lado.
Soñadores combatientes oprimidos,
en cuya mente aún resuena
ese incomparable gemido.
El zumbido de la codicia
del hombre no cesa, no,
porque no es capaz.
¡Y qué a de ser de aquellos
que un día pelearon
por una victoria
y ahora, por su memoria!
domingo, 21 de agosto de 2011
Derritiendo margaritas
Árbol de otoño.
Las hojas van cayendo.
Se ve la primavera,
se siente el invierno.
Y aunque los rayos del sol
penetren los poros de mi piel,
la gélida brisa
no se compara con la miel.
Derritiendo margaritas.
Las hojas van cayendo.
Se ve la primavera,
se siente el invierno.
Y aunque los rayos del sol
penetren los poros de mi piel,
la gélida brisa
no se compara con la miel.
Derritiendo margaritas.
sábado, 20 de agosto de 2011
Luz de noche
La llama de esos ojos,
mutilados por la presión
Perdidos entre la noche.
Pero aún así los veo.
Los veo escapar
de toda aquella oscuridad
que un día observaron.
De esos callejones sin salida,
que desaparecieron.
Y ahora brillan,
justo como esa estrella
que una vez pensé en entregarte.
Pero ya no más.
Porque esos ojos
ahora me pertenecen.
mutilados por la presión
Perdidos entre la noche.
Pero aún así los veo.
Los veo escapar
de toda aquella oscuridad
que un día observaron.
De esos callejones sin salida,
que desaparecieron.
Y ahora brillan,
justo como esa estrella
que una vez pensé en entregarte.
Pero ya no más.
Porque esos ojos
ahora me pertenecen.
viernes, 19 de agosto de 2011
Después de todo
Porque después de todo
veo algo de vida a mi alrededor,
después de que ese huracán,
ahora desconocido para mí,
se llevó parte de mis memorias.
Porque después de todo
hay algo por lo cual luchar,
contra los vientos y las mareas
que comienzan a ser familiares.
Porque después de todo,
y aunque mis pies estén
clavados a la tierra,
tengo la cabeza en las nubes,
pero con un millón de caminos por tomar.
Porque después de todo,
el alma y la pasión
aún no se mueven de mi lado,
y si bien el tiempo es corto,
sólo pienso esperar un poco
para el día en que decida
construirlo todo con mis manos.
Julio 2011
veo algo de vida a mi alrededor,
después de que ese huracán,
ahora desconocido para mí,
se llevó parte de mis memorias.
Porque después de todo
hay algo por lo cual luchar,
contra los vientos y las mareas
que comienzan a ser familiares.
Porque después de todo,
y aunque mis pies estén
clavados a la tierra,
tengo la cabeza en las nubes,
pero con un millón de caminos por tomar.
Porque después de todo,
el alma y la pasión
aún no se mueven de mi lado,
y si bien el tiempo es corto,
sólo pienso esperar un poco
para el día en que decida
construirlo todo con mis manos.
Julio 2011
Nada para mí, nada para vos
Acá es el punto final de todo.
Pienso que sólo es el comienzo
de todo lo que podría ser,
con un millón de direcciones por descubrir,
y hasta acá llegamos.
Perdimos una parte en el camino
pero aún están las estrellas de esa noche
que aparecen y desaparecen de vez en cuando.
Y hacen sentir la nostalgia por momentos.
Sin embargo, es el punto final.
Mirando atrás para repasar
pero satisfecha por las miguitas en el trayecto.
Y las pisadas que quedan.
¡Vida tan impredecible!
Veces me habré confundido
con respecto a eso.
Lo mejor queda en la memoria.
No queda nada por perder ya.
Junio 2011
Pienso que sólo es el comienzo
de todo lo que podría ser,
con un millón de direcciones por descubrir,
y hasta acá llegamos.
Perdimos una parte en el camino
pero aún están las estrellas de esa noche
que aparecen y desaparecen de vez en cuando.
Y hacen sentir la nostalgia por momentos.
Sin embargo, es el punto final.
Mirando atrás para repasar
pero satisfecha por las miguitas en el trayecto.
Y las pisadas que quedan.
¡Vida tan impredecible!
Veces me habré confundido
con respecto a eso.
Lo mejor queda en la memoria.
No queda nada por perder ya.
Junio 2011
miércoles, 17 de agosto de 2011
Lejos de mí
Nunca tuve contacto con esa primavera
y el otoño
está haciéndose sentir
hasta un invierno sin retorno.
Y me acostumbro a él.
¿Cómo es que nunca
pude estar tan cerca
de esa sensación?
¿Cómo puede ser
que hoy sea sólo
un secreto a voces para mí?
Mayo 2011
y el otoño
está haciéndose sentir
hasta un invierno sin retorno.
Y me acostumbro a él.
¿Cómo es que nunca
pude estar tan cerca
de esa sensación?
¿Cómo puede ser
que hoy sea sólo
un secreto a voces para mí?
Mayo 2011
¡Un poco de mix!
Muchas veces hay que pensar
oscuro o gris.
en un mundo de colores,
de posibilidades
para que no todo se vuelva
Hay que pensar que hay algo más
que nos espera
aún cuando parezca imposible.
No hay cosas imposibles...
Sólo difíciles de lograr.
Mayo 2011
Su parte del mundo
Porque sé que en algún lugar está.
Mayo 2011
Ni los más largos inviernos
o las más interminable lluvias
van a hacer que esa esperanza se acabe.
Ni siquiera porque traten de
hacerme pensar lo contrario.
Y me la paso pensando
¿cómo será?
Pero no pueden detenerlo, ni corregirlo.
Mayo 2011
Mezcla of langues
Me olvidaba de todo.
Pensé en la luna y más.
En mi mente
se dibujaba
una cara de la felicidad.
Sentimental girl,
my nom de plume.
Momentos indeseados,
pero aún así, imborrables.
I will never forget.
Mayo 2011
Pensé en la luna y más.
En mi mente
se dibujaba
una cara de la felicidad.
Sentimental girl,
my nom de plume.
Momentos indeseados,
pero aún así, imborrables.
I will never forget.
Mayo 2011
Blablabla + lies
Ya no me interesan tus mentiras,
si eso es lo único que sabés hacer
por hoy.
He estado en ésto antes,
y supe salir.
Pero por si preguntás,
nada pasó.
Y veo todo muy claro.
Mientras tanto,
espero sentada a lo que quieras decir.
En realidad.
Mayo 2011
si eso es lo único que sabés hacer
por hoy.
He estado en ésto antes,
y supe salir.
Pero por si preguntás,
nada pasó.
Y veo todo muy claro.
Mientras tanto,
espero sentada a lo que quieras decir.
En realidad.
Mayo 2011
Casi igualables
Eramos como
dos gotas de lluvia.
En un momento,
una no resistió
y fue inevitable
que cayera.
Todo estaba hecho
para que fuese así.
Es parte de la naturaleza,
parte de nuestra esencia:
caer.
Depende de nosotros
reponernos y seguir,
terminando en el mar.
O solo caer
y tener un fin.
Mayo 2011
dos gotas de lluvia.
En un momento,
una no resistió
y fue inevitable
que cayera.
Todo estaba hecho
para que fuese así.
Es parte de la naturaleza,
parte de nuestra esencia:
caer.
Depende de nosotros
reponernos y seguir,
terminando en el mar.
O solo caer
y tener un fin.
Mayo 2011
Quemasda
Quedarme en un mismo lugar
es lo que me asfixia.
Que no tengas salida
es lo que me afecta.
Tal vez,
no hemos intentado
lo suficiente
para que podamos volar
libremente
en un sitio tan pequeño.
Mayo 2011
es lo que me asfixia.
Que no tengas salida
es lo que me afecta.
Tal vez,
no hemos intentado
lo suficiente
para que podamos volar
libremente
en un sitio tan pequeño.
Mayo 2011
Sobreestima
Cuando el verso de la contradicción
se convierte en el discurso diario.
Y te hace explotar las neuronas,
efervescer tu sangre,
apretar tus puños,
caer tus pensamientos.
Cuando la contradicción
no va más allá de la razón
y se convierte el motivo
de la estupidez humana
en la que todos caemos.
No caer es el objetivo.
No perdiendo el control
es el camino.
se convierte en el discurso diario.
Y te hace explotar las neuronas,
efervescer tu sangre,
apretar tus puños,
caer tus pensamientos.
Cuando la contradicción
no va más allá de la razón
y se convierte el motivo
de la estupidez humana
en la que todos caemos.
No caer es el objetivo.
No perdiendo el control
es el camino.
martes, 16 de agosto de 2011
Un círculo silencioso que nunca termina
Es tan tonto, tan ilógico.
Que quisiera que lo descubrieses, pero no quiero decirlo.
Porque hasta los que más gritan
tienen algo por decir.
Tan profundo y simple a la vez
pero nunca te vas a dar cuenta.
Porque tampoco dejo rastro de eso.
Un círculo silencioso que nunca termina,
pensando si alguna vez va a terminar.
Porque nunca lo vas a descubrir,
y nunca lo voy a decir.
Al menos eso trato.
Una vieja historia que se repite.
Al final, sólo los hechos valen.
A las palabras, se las lleva el viento...
Abril 2011
Que quisiera que lo descubrieses, pero no quiero decirlo.
Porque hasta los que más gritan
tienen algo por decir.
Tan profundo y simple a la vez
pero nunca te vas a dar cuenta.
Porque tampoco dejo rastro de eso.
Un círculo silencioso que nunca termina,
pensando si alguna vez va a terminar.
Porque nunca lo vas a descubrir,
y nunca lo voy a decir.
Al menos eso trato.
Una vieja historia que se repite.
Al final, sólo los hechos valen.
A las palabras, se las lleva el viento...
Abril 2011
Contra viento y marea
Sólo el pensarlo me da repugnancia,
me hace dar ganas de dejarlo todo
y, como si fuera un peluche,
simplemente, asesinarlo.
Porque ya nada justo
la mayor parte del tiempo.
Porque los más débiles
son los que pueden aplastarte la cabeza.
Abril 2011
rabia, y hasta dolor.
Sólo el pensar en tu existencia
me hace sentir
que es necesario ir contra todos mis principios
Sólo la existencia
de eso que tenés adentrome hace dar ganas de dejarlo todo
y, como si fuera un peluche,
simplemente, asesinarlo.
Porque ya nada justo
la mayor parte del tiempo.
Porque los más débiles
son los que pueden aplastarte la cabeza.
Abril 2011
No one cares.
Pienso donde queda lo bueno
en estos días.
Que pasó con lo que hacía bien
que ya no parece existir.
Ni cordura, que de vez en cuando
no hace mal.
¿Es necesario tanto odio?
¿Rencor? ¿Resentimiento?
Todos tenemos un poco de eso,
pero se está haciendo excesivo.
A nadie le importa nada.
Todos prefieren odiar antes de conocer.
Nadie quiere hacerse cargo.
¿Qué es lo que pasa?
Me preocupo por mi lugar
y su futuro.
No hago lo suficiente,
pero no puedo hacerlo sola.
¿Cambiar de opinión, o de lado
significa ser autoritario?
Tengo mis principios,
y no voy a ser infiel a ellos
sólo por unos pocos.
Abril 2011
en estos días.
Que pasó con lo que hacía bien
que ya no parece existir.
Ni cordura, que de vez en cuando
no hace mal.
¿Es necesario tanto odio?
¿Rencor? ¿Resentimiento?
Todos tenemos un poco de eso,
pero se está haciendo excesivo.
A nadie le importa nada.
Todos prefieren odiar antes de conocer.
Nadie quiere hacerse cargo.
¿Qué es lo que pasa?
Me preocupo por mi lugar
y su futuro.
No hago lo suficiente,
pero no puedo hacerlo sola.
¿Cambiar de opinión, o de lado
significa ser autoritario?
Tengo mis principios,
y no voy a ser infiel a ellos
sólo por unos pocos.
Abril 2011
Aprendo
Aprendo a callar,
entre tantos gritos.
Aprendo a estar en paz,
entre tanta guerra.
Aprendo a reír de lo que sea,
entre tantas lágrimas.
Aprendo a disfrutar un poco,
entre tanto autoritarismo y gente conservadora.
Aprendo a descubrir la verdad,
entre tanta hipocresía.
Aprendo a sentir,
entre tanta frialdad.
Aprendo a preocuparme por momentos,
entre tanta gente desinteresada.
Aprendo a querer,
entre tanto odio.
Abril 2011
entre tantos gritos.
Aprendo a estar en paz,
entre tanta guerra.
Aprendo a reír de lo que sea,
entre tantas lágrimas.
Aprendo a disfrutar un poco,
entre tanto autoritarismo y gente conservadora.
Aprendo a descubrir la verdad,
entre tanta hipocresía.
Aprendo a sentir,
entre tanta frialdad.
Aprendo a preocuparme por momentos,
entre tanta gente desinteresada.
Aprendo a querer,
entre tanto odio.
Abril 2011
lunes, 15 de agosto de 2011
Fácil, rápido, práctico
La manera más productiva de no hacerse rabiar uno mismo,
es evitando lo que te hace mal.
Y si no podés evitarlo, ese es el momentopara enfrentarlo.
Marzo 2011
Hay que vivir, no existir
Quienes desperdician su vida, ¿quiénes son?
¿Sólo vagos que no tienen poder de decisión?
¿Personas que temen a los errores?
¿Que no dan segundas oportunidades?
¿Que sólo piensan en lo que los demás pueden llegar a creer?
Después de todo, para algo tenemos vida.
Hay que vivir, no existir.
Hay que reír, no llorar.
Hay que aprovechar, y no dejar pasar las chances que se nos dan.
Hay que aprender a levantarse, aún cuando estamos rendidos.
Después de todo, para algo tenemos vida.
Febrero 2011
¿Sólo vagos que no tienen poder de decisión?
¿Personas que temen a los errores?
¿Que no dan segundas oportunidades?
¿Que sólo piensan en lo que los demás pueden llegar a creer?
Después de todo, para algo tenemos vida.
Hay que vivir, no existir.
Hay que reír, no llorar.
Hay que aprovechar, y no dejar pasar las chances que se nos dan.
Hay que aprender a levantarse, aún cuando estamos rendidos.
Después de todo, para algo tenemos vida.
Febrero 2011
Ahí va
¿Qué? ¿Por qué?
¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Quién?
¿Por qué? ¿Con quién?
¿Cuál? ¿A qué hora?
Tantas preguntas
cuando a veces sólo es necesario
una sola respuesta:
Disfruta la vida
y deja de preocuparte por lo demás.
Enero 2011
¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Quién?
¿Por qué? ¿Con quién?
¿Cuál? ¿A qué hora?
Tantas preguntas
cuando a veces sólo es necesario
una sola respuesta:
Disfruta la vida
y deja de preocuparte por lo demás.
Enero 2011
sábado, 13 de agosto de 2011
No te preocupes, sé feliz
"Sé feliz"
¡Y que cosa más importante! Ser feliz. ¡Y que tarea sencilla! Ser feliz.
Felicidad: ¿un "objetivo" o, tal vez, una manera de vivir?
Encontrar la fórmula para ser feliz, algo bastante complicado. Tal vez tratamos de hacer cosas que nos hagan feliz... y finalmente termina siendo todo lo contrario.
La felicidad llega cuando dejamos de buscarla.
El ser feliz no es como, estar enojado, estar contento. Tal vez cuando hacemos un repaso nos damos cuenta de que en realidad, somos felices.
Lo único que necesitamos verdaderamente, es la felicidad: nuestra felicidad.
Noviembre 2010
Noviembre 2010
Un lugar
He caído en la conclusión que cuando una persona mayor dice algo le dan mucha más importancia que cuando un joven o un grupo lo hace... Pero aún así, aunque la sociedad muchas veces no nos apoye, tenemos que seguir remandola.
Hay veces en las que sentís que el lugar donde vivís no te devuelve el favor que le estás haciendo. Querer escapar, querer irse... Esos son sentimientos que cierta vez tuve y que ya no son tan intensos.
El pensamiento "quiero terminar la escuela, la facultad y después irme y no volver más" ya no tiene mucha validez. Sólo por el hecho que, además de darme malos ratos, este "maldito" pueblo también me ha dado a las personas que más quiero, la infancia que tuve, los momentos que pasé y otras cosas lindas.
Cada lugar tiene sus pro y sus contra...
Octubre 2010
Hay veces en las que sentís que el lugar donde vivís no te devuelve el favor que le estás haciendo. Querer escapar, querer irse... Esos son sentimientos que cierta vez tuve y que ya no son tan intensos.
El pensamiento "quiero terminar la escuela, la facultad y después irme y no volver más" ya no tiene mucha validez. Sólo por el hecho que, además de darme malos ratos, este "maldito" pueblo también me ha dado a las personas que más quiero, la infancia que tuve, los momentos que pasé y otras cosas lindas.
Cada lugar tiene sus pro y sus contra...
Octubre 2010
Respirar
Porque a veces sólo es necesario respirar, contar hasta diez y calmarse, ya sea por intranquilidad, agotamiento, tristeza, etc. Sólo respirar un poco lentamente cada día nos puede llegar a aliviar. La vida está hecha para vivirla al máximo, pero tomándonse todo con calma y disfrutando cada momento. Es por eso que debemos respirar. No solamente por una cuestión biológica, sino también emocional. Y es ahí cuando te das cuenta que no tenés que preocuparte tanto, que hay cosas peores.
Sólo es necesario RESPIRAR...
Octubre 2010
Sólo es necesario RESPIRAR...
Octubre 2010
Simplemente...
No pienso pedir perdón por un error que sinceramente no cometí. No puedo tener la culpa de conocer personas y tener nuevas experiencias, aún repasando todos estos años, que, a comparación de este ultimo, me da pena, por un lado, haberlos desperdiciado. Por el otro, era necesario que pasara todo lo que pasé para llegar a donde estoy ahora.
Todas las excusas tontas, tu mala onda, el haber tolerado lo que yo tomo por "excentricidades" y el ego...ya no hay por qué reclamar. Y pensar que nunca te discutí mucho, por el hecho de que estaba segura de que iba a terminar en una mala pelea sin fin. Quién sabe en donde va a terminar todo.
Y pensar que una vez me dijiste "Es difícil que nos peleemos" y asentí, cuando en realidad pensaba todo lo contrario. No digo todo lo que pienso, y no pienso todo lo que digo. Mi mente es una máquina y mi corazón sólo un órgano más, que me hace sentir lo que quiero y lo que no también.
Octubre 2010
Todas las excusas tontas, tu mala onda, el haber tolerado lo que yo tomo por "excentricidades" y el ego...ya no hay por qué reclamar. Y pensar que nunca te discutí mucho, por el hecho de que estaba segura de que iba a terminar en una mala pelea sin fin. Quién sabe en donde va a terminar todo.
Y pensar que una vez me dijiste "Es difícil que nos peleemos" y asentí, cuando en realidad pensaba todo lo contrario. No digo todo lo que pienso, y no pienso todo lo que digo. Mi mente es una máquina y mi corazón sólo un órgano más, que me hace sentir lo que quiero y lo que no también.
Octubre 2010
Encontrando sentimientos...
Sinceramente, creo que me estoy perdiendo un poco. No como persona, sino con respecto a las confusiones que se me están generando. ¿Qué hacer? ¿Por dónde seguir? ¿Dar el siguiente paso?. A veces nada de eso importa. ¿Tu culpa? ¿La mía? Diría que ambas y ya no hay vuelta atrás. De mi lado, se siente el egoísmo de tu parte. De tu lado, seguramente el cambio de mi parte. No cambio, libertad. Y cada canción que escucho me hace recordar a eso. No sé si esperar, si mover una pieza más en este "juego".
Serviría hablar, pero sacaríade mí todo lo que no quiero que salga. Serviría dejar pasar todo, pero entonces pienso que quedaría todo el rencor.
Siempre, para lograr un cambio, hay que dejar algo atrás. Si ha habido cambios últimamente, pero estoy segura de no querer dejar todo atrás, totalmente.
Octubre 2010
Serviría hablar, pero sacaríade mí todo lo que no quiero que salga. Serviría dejar pasar todo, pero entonces pienso que quedaría todo el rencor.
Siempre, para lograr un cambio, hay que dejar algo atrás. Si ha habido cambios últimamente, pero estoy segura de no querer dejar todo atrás, totalmente.
Octubre 2010
Dando vueltas en el asunto...
Pensar con la cabeza... Con los pies, como alguien diría. Ya empiezo a perder el sentido de la existencia, no de la vida, de la existencia. Porque nada más es eso. Hemos entrado en... ¿una guerra sin fin? Para darle que llame más la atención: la Tercera Guerra Mundial. No es para tanto, lo sé; pero dentro de mi mente así parece. Sentimientos que batallan contra pensamientos, para nunca acabar. Un último recurso son los consejos...
Estoy llegando a las últimas instancias, cuando ya lo único que queda es rendirse. Aunque aún sigo tratando de mantenerme en pie, y seguir por las cosas que todavía valen la pena.
Octubre 2010
Estoy llegando a las últimas instancias, cuando ya lo único que queda es rendirse. Aunque aún sigo tratando de mantenerme en pie, y seguir por las cosas que todavía valen la pena.
Octubre 2010
viernes, 12 de agosto de 2011
Sensaciones en una noche de lluvia interminable
Acostada, escuchando música, sola, oyendo la lluvia caer… Miles de pensamientos vienen a mi mente. Pensamientos que siento me perseguirán toda la vida. Pensamientos que no puedo evitar. Pensamientos que se han ido acumulando tras el paso de los años, y los cuales me debilitan cada vez más.
Este es uno de esos momentos en los que me siento más débil que nunca, en los que pienso que todo el mundo se me viene abajo, en los que mis lágrimas no pueden evitar caer. ¿Por qué?
Esa es la pregunta que cada vez se me hace más frecuente. Pero tal vez es porque nunca pude desahogarme en el momento adecuado, porque nunca busqué desahogarme en el momento adecuado.
Me considero una de esas personas que saben que algún día explotarán de tanta carga que llevan encima, pero en ocasiones siento que ni eso importa, que sólo importa vivir. ¡Aunque ni hablar de vivir! En realidad, cada vez existo más y vivo menos. Existo más para hacer las cosas que no estoy segura de querer hacer. Vivo menos por el hecho de que no siento que una parte de los seres que quiero estén para mí cuando los necesito.
Las lágrimas, mis lágrimas se hacen más frecuentes. Pero tal vez sin ellas no estaría escribiendo este texto. Aunque trate, las palabras con las que narro nunca son las suficientes para desahogarme. Aunque trate, esas sensaciones que estoy plasmando en esta noche de lluvia nunca se irán.
Me canso de que no me escuchen, ni me oigan, y me siento una carga más en mi propio entorno. Soy muy débil y lo sé. Aunque trate de ser fría, tengo ese sentimiento de que todo me sale mal. Ese sentimiento que intento olvidar, pero aparece en el lugar exacto para darme una puñalada por la espalda.
La pena, la angustia, la soledad… Las siento más cerca, las quiero más lejos. Las risas, la alegría, la felicidad… Quiero alcanzarlas al punto de hartarme de ellas, no quiero que se aparten de mí aquellos que las generan.
No sé lo que estoy buscando, ni siquiera estoy segura de quién soy. Conozco poco a los que me rodean. Existo en un mundo que cada día tiene menos vida para mí. Rescato lo poco que realmente siento mío para sonreír un poco más. Atesoro los grandes ratos que pasé con las personas que nunca voy a olvidar.
Pienso dentro de mí: ¿será esto para siempre? ¿Encontraré algún modo de remediar todas esas “sensaciones”?
Ahora, para mí, esas sensaciones son como la lluvia: interminables.
Septiembre 2010
Este es uno de esos momentos en los que me siento más débil que nunca, en los que pienso que todo el mundo se me viene abajo, en los que mis lágrimas no pueden evitar caer. ¿Por qué?
Esa es la pregunta que cada vez se me hace más frecuente. Pero tal vez es porque nunca pude desahogarme en el momento adecuado, porque nunca busqué desahogarme en el momento adecuado.
Me considero una de esas personas que saben que algún día explotarán de tanta carga que llevan encima, pero en ocasiones siento que ni eso importa, que sólo importa vivir. ¡Aunque ni hablar de vivir! En realidad, cada vez existo más y vivo menos. Existo más para hacer las cosas que no estoy segura de querer hacer. Vivo menos por el hecho de que no siento que una parte de los seres que quiero estén para mí cuando los necesito.
Las lágrimas, mis lágrimas se hacen más frecuentes. Pero tal vez sin ellas no estaría escribiendo este texto. Aunque trate, las palabras con las que narro nunca son las suficientes para desahogarme. Aunque trate, esas sensaciones que estoy plasmando en esta noche de lluvia nunca se irán.
Me canso de que no me escuchen, ni me oigan, y me siento una carga más en mi propio entorno. Soy muy débil y lo sé. Aunque trate de ser fría, tengo ese sentimiento de que todo me sale mal. Ese sentimiento que intento olvidar, pero aparece en el lugar exacto para darme una puñalada por la espalda.
La pena, la angustia, la soledad… Las siento más cerca, las quiero más lejos. Las risas, la alegría, la felicidad… Quiero alcanzarlas al punto de hartarme de ellas, no quiero que se aparten de mí aquellos que las generan.
No sé lo que estoy buscando, ni siquiera estoy segura de quién soy. Conozco poco a los que me rodean. Existo en un mundo que cada día tiene menos vida para mí. Rescato lo poco que realmente siento mío para sonreír un poco más. Atesoro los grandes ratos que pasé con las personas que nunca voy a olvidar.
Pienso dentro de mí: ¿será esto para siempre? ¿Encontraré algún modo de remediar todas esas “sensaciones”?
Ahora, para mí, esas sensaciones son como la lluvia: interminables.
Septiembre 2010
Tienes una amiga
Sé que alguna vez me olvidarás.
Sé que el tiempo pasará.
Pero quiero que sepas
que tienes una amiga en quien confia..
Nos es posible vernos frente a frente,
y me gustaría que eso alguna vez pasara.
Pero es una en un millón de posibilidades.
Pienso en vos y en lo lindo que sería
sólo compartir una tarde, charla entre amigas.
Como ya las tengo, pero aún mejores.
Miles de kilometros nos separan.
pero cuando necesites un consejo, alguien que te escuche,
ahí voy a estar.
Porque podemos tener más en común,
que lo que tengo con cualquiera otra amiga.
Y sos una parte de mi vida.
Mayo 2010
Sé que el tiempo pasará.
Pero quiero que sepas
que tienes una amiga en quien confia..
Nos es posible vernos frente a frente,
y me gustaría que eso alguna vez pasara.
Pero es una en un millón de posibilidades.
Pienso en vos y en lo lindo que sería
sólo compartir una tarde, charla entre amigas.
Como ya las tengo, pero aún mejores.
Miles de kilometros nos separan.
pero cuando necesites un consejo, alguien que te escuche,
ahí voy a estar.
Porque podemos tener más en común,
que lo que tengo con cualquiera otra amiga.
Y sos una parte de mi vida.
Mayo 2010
Miradas
Todo empieza con una mirada.
Me mira, lo miro, nos miramos.
Profunda y corta, pero suficiente.
Tal vez no sea nada.
Tal vez sea algo.
Tal vez estoy confundida.
No tiene explicación.
Mañana, tarde, noche.
Sólo basta una simple mirada.
Ese momento en que nuestros ojos se encuentran.
Raro, sencillamente confuso.
Tal vez no se nada.
Tal vez sea algo.
Abril 2010
Me mira, lo miro, nos miramos.
Profunda y corta, pero suficiente.
Tal vez no sea nada.
Tal vez sea algo.
Tal vez estoy confundida.
No tiene explicación.
Mañana, tarde, noche.
Sólo basta una simple mirada.
Ese momento en que nuestros ojos se encuentran.
Raro, sencillamente confuso.
Tal vez no se nada.
Tal vez sea algo.
Abril 2010
Prejuicios
Sintiéndose sola..sientiéndose olvidada.
Sólo ella sabía lo que era ser apartada.
Nunca nadie comprenderá
hasta que esté en su lugar.
Intenta ferrarse a quienes tiene cerca
pero no es suficiente para alejar su pena.
Nadie entiende, nadie trata de ayudarla.
Sólo se quejan quedandose de brazos cruzados.
¿Qué cambia así?
Poco o nada...
Creo que ya es hora de que alguien tome posición.
¡Es tiempo de que dejen de hablar a sus espaldas!
Sé que mi esfuerzo no ha sido suficiente.
Sé que a veces trato de alejarla un poco.
Pero he hecho lo que pude.
Algo es mejor que nada.
Dime que has hecho tú.
Abril 2010.
Sólo ella sabía lo que era ser apartada.
Nunca nadie comprenderá
hasta que esté en su lugar.
Intenta ferrarse a quienes tiene cerca
pero no es suficiente para alejar su pena.
Nadie entiende, nadie trata de ayudarla.
Sólo se quejan quedandose de brazos cruzados.
¿Qué cambia así?
Poco o nada...
Creo que ya es hora de que alguien tome posición.
¡Es tiempo de que dejen de hablar a sus espaldas!
Sé que mi esfuerzo no ha sido suficiente.
Sé que a veces trato de alejarla un poco.
Pero he hecho lo que pude.
Algo es mejor que nada.
Dime que has hecho tú.
Abril 2010.
¡Recolección de poemas!
Por supuesto, quise "compilar" todo lo que he escrito,
(que no es mucho) en un solo blog, y tenía una simple razón: ordenarme.
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