-Entonces es cuestión de encontrarlo en este momento -dejó escapar Pierre.
-Bueno, es así. Pero no creo que sea tan sencillo -replicó el viejo.
-Si sabes tanto sobre el ladrón en cuestión, seguro sabes quién es -dijo David.
-No. Ojalá así fuera -fue su única respuesta.
Sin más, el viejo se excusó y se fue. Pero nosotros continuamos con una pequeña reunión, ya que la duda estaba plantada, y nos era urgente solucionar este gran problema.
-Si este viejo no es capaz de hallar al delincuente ahora, nosotros lo haremos -dijo Jeff -Después de convencernos de venir aquí, es lo menos que puede hacer: su trabajo.
El resto de la mañana nos la pasamos pensando cómo hallarlo. Hasta que el sueño nos venció. Habíamos pasado mucho tiempo sin dormir.
Así que ya en mi cuarto, me metí entre las sábanas y traté de despejarme. Empecé a dar vueltas al no poder dormirme y despejarme no fue realmente lo que pude hacer. Trataba de seguir conectando las pistas, pero mi cabeza ya había comenzado a girar de la confusión.Sin poder esperar más, me escabullí al cuarto de aquel viejo detective. Golpeé la puerta y me atendió enseguida.
-Te estaba esperando -sonó su vo grave.
Inmediatamente, me invitó a pasar y me senté en una silla ubicada cerca de una mesa que tenía en hojas sueltas los apuntes de Bordelius. Los miré por un segundo y aparté la mirada rápidamente. Me encontré en aquel lugar, solo e incómodo.
-Vamos, dí lo que tienes que decir -me dijo al colocar las tazas de té delante.
-¿Por qué robaste el dinero?
Bordelius sonrió mientras yo sostenía mi mirada.
Micaela Grinovero and Kevin Jones
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