Todo está bien.
Y parece que siempre debe haber
un desequilibrio.
Todo estaba bien.
Y de repente las dudas atacan.
Y quiebran.
Y se ven demasiado cerca,
difíciles de controlar.
Dos lados opuestos.
Y ya nada está bien.
Pregunto si algo vale la pena,
si debo escapar y salir.
Si debo correr y dejar de sentir.
Porque pienso demasiado,
y no sé qué pensar.
Porque no entiendo nada,
y no sé qué hacer.
Y el mundo se ha vuelto
tan poco real.
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