viernes, 19 de agosto de 2011

Nada para mí, nada para vos

Acá es el punto final de todo.
Pienso que sólo es el comienzo
de todo lo que podría ser,
con un millón de direcciones por descubrir,
y hasta acá llegamos.
Perdimos una parte en el camino
pero aún están las estrellas de esa noche
que aparecen y desaparecen de vez en cuando.
Y hacen sentir la nostalgia por momentos.
Sin embargo, es el punto final.
Mirando atrás para repasar
pero satisfecha por las miguitas en el trayecto.
Y las pisadas que quedan.
¡Vida tan impredecible!
Veces me habré confundido
con respecto a eso.
Lo mejor queda en la memoria.
No queda nada por perder ya.

Junio 2011

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