Muñeco de porcelana.
Frío por dentro,
pero suave de todos modos.
Quieres tenerlo:
a veces es fácil,
otras no tanto.
Muñeco de porcelana.
Frágil como el cristal
de la noche,
que inconsciente,
regala su brillar.
¿No entiendes
su sencilla y pura estrategia?
Un juego de ajedrez
sin terminar,
viejo y olvidado.
Muñeco de porcelana.
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