Todo empieza con una mirada.
Me mira, lo miro, nos miramos.
Profunda y corta, pero suficiente.
Tal vez no sea nada.
Tal vez sea algo.
Tal vez estoy confundida.
No tiene explicación.
Mañana, tarde, noche.
Sólo basta una simple mirada.
Ese momento en que nuestros ojos se encuentran.
Raro, sencillamente confuso.
Tal vez no se nada.
Tal vez sea algo.
Abril 2010
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