Siendo cruel
en algunos aspectos.
Mas práctica y simple
en otros.
La muralla aún
sigue estando en pie
y el olvido tiene
su media falta.
"No pretender,
sólo sonreír", es la regla
de ese libro que tiene
unas cuantas hojas vacías.
Las campanas
quedan repicando
y se forma un eco,
inquebrantable.
Tanto, que no sabe su fin.
Tanto, que está fuera
de la razón.
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