viernes, 28 de octubre de 2011

Don Naide

A los primeros rastros
del alba,
tan lentamente progresando
a través de la fría brisa.
Una figura difuminada,
a través de las estrechas calles,
pedregosas y sin sentido.
Lleva consigo la labor,
pesada pero necesaria
cargada detrás de su espalda.

Sin embargo,
su rostro no deja rastros
de los tan entrados años.
Es más,
mucho más lo que muestra:
una sonrisa a quien le plazca.
Vida y problemas
no han sido su justicia,
pero su cansado cuerpo
intenta ocultar todo ello.

Quien sabe...
Quizás algún día,
tan cercano o lejano,
vuelva a aparecer
tal como aquel amanecer
antes de que sus ojos
dejaran de brillar.
Y mientras tanto,
su sombra sigue caminando,
tan lentamente progresando.

martes, 25 de octubre de 2011

Eso

Es ese parloteo
intensivo
sin acción alguna.
Esa crítica
no constructiva
como si fueses
el mejor ejemplo a seguir.
Esa hipocresía
que realmente
no termino de entender.
Esa comprensión
que debo tener
al ver cada etapa de tu vida.

sábado, 22 de octubre de 2011

Camaleón

Detrás de lo que ves
puede haber muy poco
o muy mucho.
¿Por qué?
Gente,
hay cosas que son
como camaleones:
dependiendo de a lo que desean
asemejarse,
cambian su piel.
En este caso,
la piel es sólo
lo superficial.

viernes, 21 de octubre de 2011

Capítulo VIII

Las hélices del ventilador giraban despacio. Dormitaba aún. Esa fue la primer imagen que vi. Fui al baño. Luego, me preparé el desayuno.
No lo sabía, pero estaba despertando a uno de los días más raros de mi vida.
Me quedé mirando la radio por un largo rato, mientras masticaba de a poco los pedazos de galletitas en mi boca. Había un típico programa, del que el locutor no me caía demasiado bien, pero aún así dejé que prosiguiera sin cambiar de estación.
Quería poner mi mente en blanco. Desde aquella reunión sobre el dinero perdido, todo venía siendo raro. Terminó un tema en la radio y luego aquel locutor anunció: - Entre todas las bandas que llamen a la Estación y se anoten antes de las 13 hs, sortearemos un lugar en el Festival Rock am Ring en Toronto.
Miré rápido el reloj. Faltaban unos minutos para la hora fijada. Llamé y casi automáticamente registré a la banda.
No estaba seguro de llegar a algún lugar con aquello, pero intentarlo no me costaría nada. La voz del otro lado del teléfono me anunció que ya había finalizado y me sentí aliviado.
-En algunos momentos anunciaremos al ganador, pero no pierdan esta oportunidad única. Esperamos su llamada.
Me quedé sin hacer nada un rato más, algo ansioso por conocer el resultado. Me tentaba, incluso, la idea de cambiar de estación. El resto lo sentí como un sueño...
El locutor dijo que sacaría el nombre de la banda ganadora. Hizo un poco de suspenso y anunció:
-Muy bien, ¡Tenemos unos ganadores! Con un nombre poco usual, viajaran al Rock am Ring los chicos de... ¡Simple Plan!
Lo sentí irreal, como si no estuviese pasando. Me olvidé de que los demás no sabían, pero no importaba demasiado porque estaba seguro de que sentirían igual que yo. Sonó el teléfono.
-¡Felicitaciones! Su banda ha concursado y ganado un viaje al Rock am Ring. Por favor, presentarse el día Martes a las 19 hs en la Estación de radio. Enviaremos el resto de la información a su correo electrónico.
Me quedé tildado.
-Señor, para eso necesitamos saber su correo electrónico.
Me despabilé y le dí la información que necesitaba. A los pocos minutos, gritando de alegría, bajaba por las escaleras del edificio en que vivía, camino a casa de Chuck.
Afuera no había música, pero en mi mente sonaba Jumpstart de These Kids Wear Crowns.

Micaela Grinovero and Kevin Jones

domingo, 16 de octubre de 2011

Capítulo VII

Pedimos algo para tomar y seguimos disfrutando de la velada. Nos sentamos en una de las mesas para escuchar lo que Bordelius tenía para decir.
-Entonces, ¿qué de la pista?- intervino Seb.
-Bueno, es algo así como un simple test que todos deben pasar.
Pierre se malhumoró un poco. No le gustaba la idea de pasar por un test.
El viejo agitó su vaso, y preguntó: -¿Se sienten a gusto en la banda?
Todos nos sorprendimos un poco.
-Yo, sí- dijo Jeff.
-Opino lo mismo -expresó Chuck
-Lo mismo creo -siguieron Seb y David casi al mismo tiempo. Respondían sin preocupación alguna.
-Por supuesto que sí -dijo Pierre y estuve de acuerdo - ¿Cuando vas a empezar tu bendito test?
-Todo a su tiempo -dijo el investigador.
Luego, siguió hablando de la música, de viejas épocas y cosas de la vida. De repente, nos fulminó con la mirada al preguntarnos sobre el paradero del dinero.
-¿Alguno de ustedes robó el dinero?
Nuestras miradas se cruzaron, sabiendo qué responder.
-¡Por supuesto que no!- exclamó David - Si lo hubiésemos hecho no estaríamos aquí.
Los demás asentimos. El viejo, con una ceja enmarcada, estudió nuestros rostros por un momento.
Nos estábamos acostumbrando a los silencios de aquella noche. Bordelius nos hizo aflojar la lengua y hablar de nuestros comienzo. De como, casi casualmente, nos fuimos conociendo. La noche parecía estar acabándose y la pista seguía escondida en la mente de aquel viejo extraño.
-¿No cree que ya es hora de darnos la pista? -se enfadó Pierre. Chuck lo codeó, reprendiéndolo.
-La paciencia, joven -comenzó hablando- es algo que el tiempo te obliga a aprender.
Nadie entendía...
-Por lo que veo, no ha sido ninguno de ustedes el criminal - Nos miramos extrañados - Hay algo llamado "lectura de rostros". Con las preguntas que me respondieron, supe quien mentía y quien no. La tensión del rostro es un signo de ellos, cosa que no hicieron. Buen trabajo. Es difícil engañar con expresiones faciales.
Nuevamente nos había sorprendido. Tuve la rara certeza de que los día siguientes hasta hallar el dinero no serían nada tranquilos.
Mientras tanto, todos se disponían a irse a dormir un poco. Al despedirse de mí, Bordelius me tomó del brazo y me susurró:
-¿Recuerdas cuando me dijiste que no extrañabas a tu madre? Bueno, mentías.

Micaela Grinóvero and Kevin Jones

jueves, 13 de octubre de 2011

Esplendor

Arco iris de colores,
Naturaleza en su esplendor.
Y nos parece tan común
y tan fácil de encontrar.
Pero al contrario,
no sabemos bien valorar.
Hay quienes nunca han podido verlo,
quienes nunca lo verán.
Pero ahí está,
para nuestro minuto de gloria
que se va demasiado rápido.
Lejos en el cielo
y científicamente fácil.
Y quienes no pueden verlo
sólo serán
ciegos de alma.

domingo, 9 de octubre de 2011

Nature

Breathe, relax...
Feel the air over the place.
Feel the energy and the space.
Like it was a new start,
like you were in a different light.
Just like what you imagined once
and what you don't wanna stop
because freedom isn't just the sky.
Earth can be an amazing race
and feel the air over the place.
Nature isn't about to waste.

viernes, 7 de octubre de 2011

Capítulo VI

No recuerdo mucho de aquella comida. Solo sé decir que poco a poco, aquel viejo hizo que desandara mi historia.
Al principio, no estaba seguro de querer que alguien más la supiera; a pesar de que había confiado en Seb en cuanto a eso se relacionaba. Parte de mí adolescencia no había sido de lo mejor.
Aquella tarde tuve que recordarme a mí mismo que una vez tuve una madre. Virginia, la mujer que me dio la vida, tuvo que volver a Sarajevo. Su ciudad de origen era esa. Se había marchado en medio de guerras. Era, por supuesto, inmigrante ilegal.
Por un tiempo, fue capaz de enviar un par de cartas a mi casa de ese momento. Las cuales no pude conservar por las reiteradas advertencias de mi padre, quien reclamaba que era mejor olvidar.
Ahora, vivo solo. Lejos de gritos y problemas. Me llevo mejor con mi padre así. Pensando en todo eso, de repente, me dieron ganas de verlo. Así se lo exprese a Bordelius, quien antes de que me fuera me pidió que volviera esa noche. Asentí, sin aún saber si iría o no. Eran alrededor de las seis, ya.
Del otro lado de la ciudad, Seb y David discutían sobre si podrían presentarse esa noche o no:
-Sería algo frustrante para él. ¡Ya no queremos más problemas!- exclamó David.
Jeff sólo no hacia nada a su lado, pensando en quien sabe qué.
Pierre irrumpió en la sala y con gesto serio sólo se limitó a decir.
-Vamos a hacerlo. Vamos a arreglarlo. De alguna manera, debemos arriesgarnos -a lo que Chuck asintió y tomaron sus cosas para abandonar el lugar.
Yo, mientras, volvía al bar. La cabeza me daba vueltas. ¿Por qué le hacía caso al pedido de un viejo loco que hace un día no conocía? ¿Por qué me enojé con Pierre? ¿Qué buscaba?
Cubrí mis dudas con el enojo. Así que ni quise responder a las preguntas de Bordelius. Llegó el momento de la banda de la noche. Escuchar el nombre de Simple plan en aquel bar a medio poblar me hizo olvidarme por un rato y dejarme sorprender.
-Esto es para un amigo que, aunque muchas veces peleamos, sabe que cuenta con nosotros- dijo Pierre y los instrumentos comenzar sus melodías.
Promise. Sonaban increíbles, pero no sabía si hacer caso a las palabras del inicio. Cuando terminaron, Bordelius se paró de su silla diciendo:
-Asombroso. Se ganaron una segunda pista -a lo que todos nos sorprendimos.
Sin embargo, la pista de Bordelius debería esperar, o así lo decidió David:
-¡Que rayos me importa! Lo que nos importa aquí es que piensas tú, Ted.
 Las miradas se posaron sobre mí. Un nudo en la garganta se desató. Abracé a David y a todos como única respuesta. El resto de la noche fue solo música.

jueves, 6 de octubre de 2011

Sencillamente perfecto

Cielo un poco despejado.
Normal, nada más.
Árboles que comienzan a moverse
por acción del viento.
Normal, nada más.
Y extrañamente, perfecto
para mí.
Sencillamente perfecto.
Flamear de la bandera
por acción del viento.
Refresca,
pero se siente bien.
Y cercano a lo perfecto.
Eso que no nos detenemos a ver,
y que hace nuestro cada día.
El mundo nos oprime cada día,
pero la naturaleza lo hace ceder.
Se siente bien.
Como ese niño
de ojos claros.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Modo de estar

Es muy raro,
pero soy así.
La respiración se corta,
pero sigo viviendo.
Las ideas se entremezclan,
y confunden mi modo de estar.
Mi modo de estar.
Libertad por doquier,
y a la vez extrañeza.
La sangre de las venas
ya no coagula
y el desfile de palabras
se corta de inmediato.
Rareza.
Novedades y rarezas.
Extrañas piezas de cristal,
muy fáciles de romper,
difíciles de olvidar.
Mi modo de estar.
Tan atípico.

Ni idea

Si piensas que me molesta,
no es cierto.
Si crees que pasa algo,
puedes olvidarlo.
Aunque tengas otras intenciones,
es probable que no lo sepa.
Porque simplemente
no importa demasiado.
Si tomamos caminos diferentes,
puede que esté en lo cierto.
Pero sin embargo,
ni idea.
No importa demasiado.
Ni siquiera interesa.

sábado, 1 de octubre de 2011

Capítulo V

Después de todo, la pista quedó fichada en lo que Bordelius llamó un "Libro de sospechas" mientras nosotros no salíamos de nuestro asombro. El viejo tomó apuntes de ello y luego se dirigió hacia la puerta, diciendo:
-¡Nuevo día, nueva pista!
Así que así era como funcionaba.
 Yo me quedé pensando en mi sueño. Entre tanto, no había podido reflexionar sobre lo que soñé. Todos felicitaban a Pierre por la interpretación. Mi rabia iba en aumento.
En realidad, no sabía si dejarlo pasar o explotar en ese momento. Para ese entonces, ya todos se destinaban hacia sus respectivos hogares, pero mi rabia seguía presente.
Todos se iban cuando al despedirme Pierre me sonrío y me dijo: -¡Qué bien lo hicimos!
En mi mente daba vueltas, ¿hicimos?
-No sé, parece que solo tú eres la banda -dije.
-¿Eh? ¿Por qué dices eso?
La pelea estaba en puerta.
-Woo, wow...Esperen ahí -dijo Jeff mientras trataba de alejarnos con sus manos - Somos amigos, ¿recuerdan?
Lancé una mirada furibunda a Pierre.
-Pues parece que ya no más -casi grité aunque traté de controlarme.
Ante el asombro de todos, me fui. Con destino incierto, vagué por las calles. Necesitaba despejarme.
Luego, me enteraría de que mientras tanto Jeff y Chuck trataban de tranquilizar a Pierre que pasaba del enojo a la culpa. Seb y David salían a buscarme en ese momento.
Pero ya me encontraba demasiado lejos como para escuchar sus voces...ni las de nadie. Solamente el radiante rayo de sol por encima de mi cabeza.
Mientras tanto, los demás seguían en un intento por hallar mi paradero, cosa que hacían con muy poco éxito.
Una palma se posó sobre mi hombro. Era la mano de Bordelius. Traté de ser cortes y decirle que no tenía ganas de hablar con nadie. Pero él insistió y se sentó junto a mí.
-No necesito ser investigador para saber que te peleaste con tus amigos.
Sin decir mucho más, me invitó a comer.
 Siendo sincero, no tenía apetito y ni siquiera aliento para dirigirme a ningún lugar, pero acepté de mala gana de todas maneras. Nos dirigimos a un bar o como pueda llamarse. Se trataba de un sitio pequeño, con paredes azules. Me senté en donde Bordelius me indicó haciendo una reverencia con la mano.
Desde un primer momento me había parecido un viejo raro. Pero sus excentricidades me estaban gustando. Había algo de protector en ese gesto de invitarme a comer.
-A ver, dejame adivinar. ¿No tienes padres? -dijo de la nada.
Por un instante me sorprendí, pero enseguida asentí lentamente con mirada apesadumbrada hacia el vaso que tenía en mis manos. Ya casi vacío, por supuesto. Sin embargo, solo me pareció una pregunta al aire, para tener tema de conversación.
Después de todo, ese fue solo el inicio, con un largo camino por recorrer.

Micaela Grinóvero and Kevin Jones